Salí de mi habitación en el apartamento que compartíamos mamá y yo. Hace más de tres meses, habíamos tenido que entregar la casa familiar y hubo que venirnos a vivir a un apartamento pequeño.
Mamá no se quejaba y aunque, el sitio era espacioso sabía que ella extrañaba su casa. La idea de aplazar el matrimonio cada vez era más atractiva. Giorgiana tenía un estilo de vida alto y de momento mi situación económica no era la mejor.
El ex novio de Luciana había sido encontrado muerto y la novia o amante no lo sabía con exactitud también. Así que Luciana y Neall tuvieron que quedarse en América un tiempo más.
Escuché el seguro de la puerta y avancé a la sala, mamá había ido a hablar con Francesca, la madre de Giorgiana para iniciar los preparativos de la boda. La encontré con su cuerpo apoyado en la puerta, agitada y llorando.
- ¿Estas bien mamá? - dije caminando hacia ella apresurado. - ¿Te hicieron algo?
- Ella... La vi ...
Parecía no poder hablar y sus labios se empezaron a torcer, para desvanecerse en mis brazos sin poder decirme nada. La tomé en brazos y la llevé a la clínica, mientras en el camino le avisaba a Neall y a Lucíano. Una vez allí fue atendido rápidamente y me pusieron a esperar un largo tiempo.
Sólo, porque Giorgiana no lograba contactarla y Gina se había quedado en la reunión que tendría que presidir yo. Cada día crecía la idea de aplazar mi matrimonio, también lo hacía el de renunciar.
Gina conocía más la empresa y estaba más preparada, yo tenía demasiados problemas y estos cada día aumentaban más. No me parecía justo que siendo ella la que hiciera siempre todo, yo era el jefe. Ella se merecía ese cargo, se lo había ganado, me sentía mal por ello. Nunca me reprochó y si la conocía jamás lo haría.
- Señor D'angelo, acompáñeme por favor - dijo el Cardiólogo amigo de sus padres.
- ¿Cómo está mi madre doctor?
- Su madre sufrió una isquemia Cardíaca ¿Estas al tanto de la salud de tu madre?
- Si y asisto a sus controles, soy consciente que no puede tener estrés, ni emociones buenas o malas...
- ¿Qué ocurrió esta mañana?
Le expliqué solo lo que vi y qué la señora Francesca aseguraba no saber nada, que había salido de casa normal. No pudieron hacer nada, pues Gio no había aparecido. Luciana que venía en unos días y ver a mi madre en ese estado podría alterarla. Por fortuna, Neall aseguró que vendría con ella.
Mamá tenía medio cuerpo paralizado y no podría moverse, necesitaría enfermera permanente, eso no sólo serían más gastos para mí, sino que la ésta tendría que dormir allí y mi apartamento no tenía espacio.
- Lamento mucho lo de tu mamá - dijo Gina detrás de mí abrazándome.
Estaba sentado aún en el consultorio, el médico se había ido a cubrir una urgencia. Observaba la ventana detrás frente a mí, ella pasó sus manos por mi cuello y apoyó la cabeza en mi hombro.
- Es mi motor Gina, realmente no sé qué sería de mi si ella se va. - suspiró, mientras me abrazó aún más fuerte y yo apoyé mi cabeza en la suya.
- Conozco ese sentimiento, yo lo he vivido por años. Últimamente cada día que pasa es como cuenta regresiva. - alejé sus manos de mi cuello y la hice rodearme.
Teníamos un buen lazo de amistad, ambos nos habían unido NLJarper. El problema nos había solidificado y hoy día era una persona importante en mi vida, aún más que cuando adolescentes.
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Érase Una Vez En Londres (Hijos Del Mal #2)
RomanceHijos del mal Libro 2 El hombre nace, crece, se reproduce y muere. En todos estos estados Gina ha sonreído, para ella todo es más fácil si sonríes. Cuando en una lectura de manos una gitana le dice, que su príncipe azul vendrá de la mano de su mejo...