Capítulo 13

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Desperté un poco desorientada, había soñado que entraba a mi casa Gael con sus dos hermanos y que el mayor era idéntico a mi padre. Era una pesadilla pensé sentándome en la cama, miré frente a mí y los vi, supe que no era un sueño y que ellos seguían allí.

— No es un sueño — dije a los tres pares de ojos que me miraban con preocupación.

— No, y he tenido a lo largo de mi vida muchas reacciones femenina, ninguna de ellas se ha desmayado al verme. — habló Gino divertido.

— ¿Te encuentras bien? — dijo Gael y mi mirada iba de uno a otro, eran parecidos rubios, altos y de ojos casi parecidos azules.

— ¿Qué hacen aquí? — pregunté. — ¿Por qué dicen ser mis hermanos y son de Escocia y no de Irlanda? Y sus apellidos...

Se miraron al tiempo los tres, como sorteándose quién debería hablar. Siempre se me había dicho que tenía dos hermanos y que vivían de Irlanda, jamás que eran escoceses y tres.

— Papá renunció al apellido para poder separarse de nuestra madre. — dijo Guido — conoció a Belliz en Dublín, cuando la destilería se amplió en ese lugar.

— Él fue obligado a casarse según la tradición, así que el matrimonio no era el nido de rosas. — Gael parecía molesto, recordé lo de la tradición de buscarle esposas. — ya te hablé de ese absurdo, es entre familias influyentes, para presentar la fortuna. No te casas con alguien pobre, no en esta familia, eso es un sacrilegio.

— Jamás nos dijeron que estaban separados, papá venía a vernos normal. Llegaba a casa y pasaba algunos días con nosotros, luego regresaba. — habló Gino. — para nosotros simplemente se fue a trabajar a Inglaterra.

— ¿Dónde está él? — pregunté y se mi cuerpo se tensó al ver el rostro dolido de ellos.

— Murió en un asalto, en la última ida a vernos. — cerré los ojos y no pude evitar el sentimiento de contradicción. Él no nos abandonó, pero ahora sabía dónde poder llorarlo — Fue llevado a Edimburgo y sepultado en el mausoleo familiar. — miré a Gael quien tenía la cabeza baja.

Él tendría siete años u ocho la vez que papá se fue de casa. Desconocía la edad de Gino y Guido, pero él era el más joven en aquella época era Gael. Miré a los demás y ninguno tenía actitud tosca hacia mí, contrario a lo que me dijeron todos estos tiempos.

— Solo mi madre y mi abuelo sabían de ti y para nosotros Belliz solo renunció y se fue. — Gino se puso en pie y pude ver lo alto que era.

El parecido con mi padre era muy notorio mi 1,70cm se perderían en su 1,95cm. Miraba con atención a todos lados, no sólo él, Guido también lo hacía. Gael ya conocía la casa o parte ella. Papá era un Doyle, era un hombre inmensamente rico y dejó toda su fortuna, tradición, leyenda y aquello por lo que fue educado por mamá. Eso me dijo que la amaba, mucho más de lo que llegué a ver, pero no anulaba que dejó a sus tres primeros hijos.

— Mi abuelo murió hace unos meses, antes de morir nos llamó y dijo que debíamos buscarte. — Gino sacudió la cabeza una poco incrédula. — me contó la verdad, Gael no quería casarse y como sabemos lo que le esperaba le quisimos ayudar...

— Sólo le pedimos que debía buscarte y luego decirnos, Qué tal eras— el mencionado solo estaba cruzado de brazos y mirando a sus hermanos enfadado.

— En vez de eso, se hizo pasar por tu enamorado... ¿Tienes idea de lo irresponsable que fuiste? — la voz de su hermano sonó enfadada y se plantó en pie de su Gael.

— Gael nunca me cortejó, jamás lo vi de esa manera. — lo defendí — se cuidada de acercarse a mí y parecía crear un muro a su alrededor.

— Cuando la vi por primera vez, llegó a mí la noticia que estabas saliendo con un hombre casado. — cerré los ojos al saber porque el enojo de él inicialmente...

Érase Una Vez En Londres (Hijos Del Mal #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora