Después de ser mandado a un pueblo lejos de su casa el heredero y único hijo de los Bakugo, Katsuki descubre que vivir entre campesinos no es tan malo.
No cuando un lindo omega bicolor vive hay.
Bakugo Katsuki alpha/top
Shoto Todoroki omega/bottom
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Trabajaba bajo la atenta mirada de su jefe que lo veía con el ceño fruncido más no decía o se movía causándole nerviosismo a un cierto rubio cenizo desde ya hace varios minutoa.
—¿Que hacías con Shoto?— Pronuncio el alpha mas grande aun observándolo, aun no se fiaba del alpha más joven.
—Nada... Solo me lo tope de camino y le ofrecí mi ayuda...— Menciono nervioso sintiendo como sus manos comenzaban a sudar.
—¿Ayuda en que?— Dicto el pelirrojo.
—Traía unas compras tiradas y eran muchas y como era el único que pasaba por ahí le ofrecí mi ayuda...
Caminando por el bosque ambos estaban callados con un silencio cómodo y cálido.
El omega intentaba decir una palabra mas no salían de su boca, necesitaba hablar con su pareja destinada. Oírlo y que lo escuchara pero sabia que no sería tan probable así que decidió rendirse y solo mirarlo de reojo.
Iban a paso tranquilo hasta llegar a la casa ya conocida por ambos llegando a la puerta de la casa para que el omega sacara una llave, introduciéndola en el cerrojo abriéndola y ambos pasando para que al frente de ellos estuviera el alpha mayor mirándolos con el ceño fruncido.
Ambos se miraron de reojo y tragaron nervioso, se sentían como si hubieran hecho una travesura.
—Ve al taller Bakugo, en un momento voy ahí. — Menciono dirigiendo su mirada al rubio cenizo al igual que su hijo mas pequeño el cual su mirada de alegría cambio a una de tristeza. No quería separse de su alpha.
—S-si. — Dijo eso para dar una reverencia y salir directo al taller donde ahora se encontraba iniciando la situación de hace unos momentos.
El contrario solo soltó un sonido de afirmación para comenzar a caminar a donde se encontraba el contrario haciéndole sudar en frío tragando en seco pero todo eso paso cuando el contrario coloco su mano en en su cabellera acariciándola sacándole una mueca de confusión.
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