Capítulo 33

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(Irene)

La espera se estaba haciendo más larga de lo normal y Diana parece tener el móvil desconectado. Definitivamente no pude soportarlo más y llamé a Liam, sé que él no quiere saber nada de mí de momento y que, al fin y al cabo, Diana no es su hija, pero a quien necesito en este momento es a él.

Llamé una primera vez y no me lo cogió. Volví a llamar una segunda y esta vez me colgó, no lo quiero pensar pero a lo mejor es que... ya está con otra. No le puedo culpar porque estamos...¿separados? La verdad es que no lo sé, pero supongo que no puedo culparle si lo está haciendo. Decidí que me importaba una mierda lo que estuviera haciendo y volví a llamarlo, de verdad le necesito.

-Irene ya te dije que... -comenzó a decir cuando por fin descolgó el teléfono

-Liam, no es por eso. Es por Diana

-¿Qué pasa? ¿Sabes? Me da igual, deberías llamar a su padre

-¡Liam déjate de tonterías y escúchame! -La desesperación sale por todos lados

-¿Qué ocurre?

-No sé dónde está

-¿Qué?

(Liam)

-Que no sé dónde está - me dijo Irene. No por favor... otra vez no 

-¿Cómo que no sabes dónde está? ¿La has llamado al teléfono?

-Sí... -me respondió entre sollozos. -He llamado también a Theo y dice que esta mañana estuvo en su casa muy temprano pero se fue corriendo diciendo que había quedado con alguien

-¿Con quién?

-No lo sé, no se lo dijo. Liam necesito que vengas, no quiero estar sola

Mi mente y mi corazón luchan en una batalla en la que solo hay un ganador, un ganador establecido. Jamás podría ganar mi mente cuando se trata de mi mujer, el corazón es más fuerte.

-Está bien, ahora voy. Tú llama a la policía

-Vale, no tardes - colgamos

Cogí corriendo una chaqueta y me dispuse a salir de casa. Decidí no decirle a mis padres lo que estaba pasando, es cierto que desde lo que pasó le tienen mucho resentimiento a Irene, pero no pueden evitar sentir que la que ahora mismo está en paradero desconocido es su nieta, pese a que su relación no haya sido la más indicada.

Me metí en el coche y conduje lo más rápido que pude a su casa. Mi sueño no deja de repetirse, pensé que ya había perdido a mi hija, que el sueño había acabado definitivamente, pero parece ser que no y no pienso dejar que termine igual. Llegué a casa, mi casa, y abrí la puerta.

-¡Liam! -dijo Irene lanzándose a mis brazos cuando me vio entrar. No sabía qué hacer, ¿Abrazarla? ¿Besarla? ¿Decirle que la hecho de menos?

-Ya estoy aquí - dije finalmente mientras acariciaba su suave cabello -¿Has llamado a la policía?

-Sí, vienen de camino

-Está bien... - dije y un momento incómodo surgió entre los dos.

-Puedes sentarte... estás en tu casa. - Me senté en el sofá y comenzó a contarme lo ocurrido con intención de cambiar de tema - Esta mañana Diana salió corriendo de casa, era muy temprano pero no me paré a preguntarle a dónde iba porque apenas me dio tiempo. Al parecer fue a casa de Theo con la excusa de que le apetecía verle, pero se metió en su baño y estuvo allí metida un rato cuando finalmente salió y le confesó a Theo que no había ido a verle a él.

-¿Por qué había ido?

-No se lo dijo, simplemente le dijo que tenía que irse porque había quedado. En un principio le dijo que había quedado con su padre

-¿Con Harry?

-No sé, tampoco se lo dijo. Al final le dijo que había quedado con alguien pero que no podía decir con quie

-¿Entonces no quedó con Harry?

-No lo sé, Liam. Todo esto es muy raro y además es culpa mía. Si yo no hubiese hecho ninguna gilipollez cuando estaba embarazada nada de esto habría pasado

-Pues tienes razón -le contesté

-Ah,bien. Pensé que ibas a consolarme o algo pero ya veo que no. Pero en realidad tienes razón

-Quiero decir que, es cierto que no deberías haber hecho niguna gilipollez cuando estabas embarazada, pero lo que también es verdad es que lo de Diana no es culpa tuya. No es culpa de nadie. - Dije acercándome a ella en el sofá.

Ella arrimó su cabeza a mi pecho como pidiendo protección y yo se la di. Coloqué mis brazos alrededor de su frágil cuerpo y ambos suspiramos. No puedo decir que no haya echado de menos esto, estaría mintiendo. También mentiría si dijera que no amo a Irene y que no estoy enamorado de ella.

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