Capítulo 3

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(Liam)

-¿Lo has cogido todo? - me preguntó Irene con Diana en brazos.

-Sí, está todo. Podemos irnos. -le respondí

Hoy por fin era el día de irnos a casa con nuestra pequeña. Bueno, más bien Irene se iría con la pequeña a casa de sus padres. No podíamos vivir juntos, no teníamos dinero para pagar una casa.

-Bueno, hemos llegado - dijo mi padre parando justo en la puerta de la casa de Irene, donde sus padres la esperaban a ella y a Diana con los brazos abiertos.

Bajé del coche para ayudar a Irene a bajar sus cosas y las de la pequeña.

-Ahora vuelvo - les dije a mis padres y subí con Irene a su habitación a dejar todas las cosas. Sus padres ya habían colocado al lado de la cama de Irene una pequeña cunita para Diana.

-Es perfecta - dijo refiriéndose a la cuna colocando a Diana en ella.

-Sí que lo es -dije esta vez yo refiriéndome a Diana. Me coloqué tras Irene ya la abracé por la cintura. -No quiero irme

-Yo tampoco quiero que te vayas -me dijo y me besó.

-Volveré pronto, ahora necesitas descansar, pero mañana a primera hora de la mañana estaré aquí para pasar todo el día con vosotras.

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo- nos besamos. -Adiós pequeña -me despedí de Diana tras terminar el beso. - Te quiero mucho -y me fui.

Salí de la casa tras despedirme de mis "suegros" y me subí del nuevo al coche con mis padres. Me asomé a la ventanilla del coche y vi que Irene estaba asomada a la ventana. Le di con la mano y ella respondió a mi gesto de igual modo. Mi padre arrancó y nos fuimos a casa.

2 AÑOS MÁS TARDE...

-Vamos Diana, ven con papi - le dije. Estaba agachado con los brazos abiertos, preparado para coger a Diana si se caía. Ella comenzó a dar un pasito tras otro, tambaleándose de vez en cuando hasta que llegó a mí. -¡Muy bien! -la felicité levantándola por el aire. Escuchar la risa de una niña pequeña es el sonido más bello del mundo. Irene nos observaba con una dulce sonrisa en sus labios sentada en una de las sillas del patio mientras preparaba la merienda de Diana.

-Liam, trae a la niña, tiene que merendar. - me dijo. Hice caso a sus órdenes y llevé a Diana junto con ella, la sentó en su regazo y comenzó a darle la merienda.

-Parece mentira que haya crecido tanto - dije

-Sí... crece muy rápido.

-Ojalá pudiese pasar más tiempo con ella.

-Haces lo que puedes, Liam.

-Lo sé pero no es suficiente. -Ambos nos quedamos callados.- Mis padres nos han cedido el garaje para que podamos ir a vivir juntos, está decorado como una casa, no tienes de qué preocuparte.

-¿Para que nos vayamos a vivir juntos? -asentí.- ¡Oh Liam! ¡Eso es genial! -le dije.

-¿Entonces quieres?

-Claro que sí -respondió emocionada.

-Vale, pero antes... tengo que preguntarte una cosa.

-Claro, dime. -Me levanté de la silla en la que estaba sentado, saqué de mi bolsillo una pequeña cajita, me arrodillé frente a ella y abrí la caja en la cual, se podía ver un brillante anillo. -Liam... ¿qué vas a hacer?

-Voy a pedirte que seas mi mujer oficialmente, que no te separes de mí nunca porque no soportaía perderte otra vez.

-¿Otra vez? -preguntó confusa. Había metido la pata.

-Eeeemmm... olvídalo. ¿Quieres casarte conmigo?

-Claro que quiero Liam, es lo único que me falta para ser feliz- Se levantó con Diana en brazos y me besó. Diana comenzó a llorar y a extender los brazos porque ella también quería mimos.

-¡Oh pequeña! -la cogí- Eres muy celosa ehh jajaj - le toqué la punta de su pequeña nariz y sonrió. Apoyó su cabeza en mi hombro y paso sus pequeños brazos por mi cuello com pudo.

-Vamos a ser una familia perfecta - dijo Irene y nos volvimos a besar.

1 AÑO DESPUÉS...

-Liam Payne¿aceptas a Irene Cox como tu legítima esposa para amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerta os separe? - Miré a Diana que estaba sentada en la primera fila de bancos junto con mi madre y respondí.

-Sí, acepto

-Y tú Irene Cox, ¿aceptas a Liam Payne como tu legítimo esposo para amarle y respetarle todos los días de tu vida hasta que la muerta os separe?

-Sí, quiero - respondió firme pero con una amplia sonrisa en sus labios.

-Por el pode que me ha sido otorgado, yo os declaro marido y mujer. Podéis besaros - dijo finalmente el sacerdote. Puse mis manos en el rostro de Irene y la besé y cuando el besó terminó, Diana vino corriendo a mí para que la cogiera. Puse a Diana en medio de Irene y de mí y salimos de la iglesia como la gran familia que éramos.

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Hello!! Quería deciros que este capítulo es para que os hagáis una idea de cómo fueron las cosas después del nacimiento de Diana. En el siguiente capítulo empieza, podríamos decir, la verdadera historia con Diana como adolescente de 16 años.

Hasta el siguiente capítulo!!♡♡♡♡

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