Capitulo 27

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—¿Están listos?—Nos dijo la madre de Williams, estando afuera del consultorio de la psicóloga. 

Siendo sincera, estoy por echarme para atrás. Pienso que puede ser mala idea. Y siento que me van a descubrir y no va a ser de gran agrado para mí familia. 

(Días anteriores)

—¿Como va todo en tus estudios?—Pregunto mi madre.

—Todo está bien, me mantengo en mi posición de siempre. 

—¿Sabes que es tú responsabilidad mantenerte en donde siempre, verdad?

—Sí señora.— Ya estaba acostumbrada a que me dijera eso, así que, no me afectó. La curiosidad me mataba, quería hacerle una pregunta, quería ver su reacción ante el tema.— ¿Puedo hacerle una pregunta?

—Dime, ¿Que pasa?—Respondió mi madre. 

—¿Qué opina sobre las personas que asisten a citas psicológicas?— Pregunte algo temerosa.

—Que están locas mentalmente.—Dijo sin pensarlo— ¿Para que asistir a esas citas? Lo tienen todo, un lugar donde viven, comida, ropa, tienen lo básico ¿Y aún se quejan?  Eso es para gente débil. Al contrario, ustedes los hijos nos deben hasta la vida. No me digas que quieres ir a psicología o estudiar dicha profesión, por favor. No te va a generar ingresos para sobrevivir y no quiero que decepciones a la familia, no más por favor. 

Lo que ella no sabia, era que estaba haciendo una grabación de voz, para enviarle a Williams, para que no pensara que son excusas mías o que simplemente estoy exagerando para no hablarlo é incluso no asistir para mi evolución mental. 

—No, claro que no. Sigue la decisión de estudiar "Derechos". Es sólo para colocar tú opinión de manera anónima en una tarea que me han mandado a hacer. 

Después de ese día, no volvimos a hablar de dicho tema anterior. 

(Actualmente)

—Sabemos que ella ha actuado de manera exagerada, pero créeme, no te vas a arrepentir. Es algo que te va a beneficiar por el resto de tú vida. 

—Les dejo para que entren. Que les vaya bonito. ¡Ánimo!

—Muchas gracias, Sra Muñoz. 

Acto seguido, nos hicieron pasar a ambos al consultorio. 

—Buenas tardes, señorita Rodriguez y joven Muñoz. Hoy sera la primera sesión de ambos. Nos estaremos encontrando 1 hora cada semana, a esta misma hora. 

Esto va a ser una locura.

(Semanas despues)

—¿Que haces, pequeña Kim?

Era de noche, estábamos de camino a mi casa después de una tarde de cines, compras y diversión en el centro comercial. Me encontraba mirando el cielo, se podía ver las tantas estrellas que había esa noche.

—Estoy colocando nombres a las estrellas de personas que han estado en mis momentos difíciles. 

—¿Por casualidad hay alguna con mi nombre?

—Si, eres el sol. Es una estrella también.

Al principio, sentía que las terapias no estaban ayudando, pero, no siempre, cuando vas a hacer algo el resultado es inmediato. Pero después de varias semanas de asistir, le tenia confianza a la psicóloga, era una muy buena persona, y sabe hacer bien su trabajo. A pesar de que las cosas en casa siguen igual, he sentido cierto cambio en mi vida mental.  Paz en medio de la tormenta, positivismo y mucho más. 

¿Sabes que es un reto? Bueno, mi vida es un reto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora