Capitulo 11

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Baje las escaleras y me encontré con Williams, era un chico totalmente diferente a cuando lo veía, en las escuela, casi todos los días.

-¿Vamos?
Le pregunté.

-Si claro, hasta luego Sra Rodriguez. 

-¿Ya se van? y Kimberley ¿no desayunaras?

-Si señora, ya nos vamos.
Hasta luego, no me esperen para el almuerzo.
Cogí del brazo a Williams y lo saque rápidamente de la casa.

Si se preguntan, ¿Y tú padrastro?
Ni puta idea, quizás estaba por fuera de casa ó dentro de casa, no sé, pero no estaba jodiendo ni nada similar.

En el camino a la biblioteca, estaba siendo algo incómodo, por lo que, Williams decidió romper la incomodidad, tensión.

-¿No has desayunado? Es decir que, ¿apenas te habías despertado entonces? ¿Haces eso todos los días para ir a la escuela pequeña Kim? Interesante.

Y aquí vamos de nuevo.

-Hola Williams, buenos días, estoy bien y ¿tu? Gracias por preguntar.

-Si, si, si. Estoy bien, gracias, ahora respondeme.

-Cállate ¿si? No deberías preocuparte, después comeré cualquier cos...
Fui interrumpida.

-¿Te parece si vamos a otro lugar?- Dijo sonriente.

-¿Que?

Espera, ¿Había escuchado bien? ¿Acaso le había dado mi "confianza" a un posible asesino en serie?

Quizás estoy exagerando, pero, hay un 50% de probabilidad de que no esté equivocada.

-Solo sigueme, Kimberley.

Estaba algo dudosa, al final acepté con desconfianza.

-Okey, okey, vamos. Si sales con alguna broma o intentas algo raro estas muerto. Espero y te haya quedado en claro.

A Willy se le habían escapado unas cuantas risillas. Pero no dijo nada.

Al cabo de un pequeño tiempo, nos metimos en un callejón, algo bastante solitario, por lo que me dio algo de miedo y aumento mi desconfianza.

Al ver que Williams, seguía caminando hacia esa dirección, decidí parar mi caminata, no pasare por allí ni por el putas y menos con un hombre que puede ser, en serio, un asesino en serie.

-¿Williams?

-Vamos Kimberley, no hay tiempo que perder

-¿Williams?

-Joder, no me hagas que te obligue a caminar. Deja de desconfiar. Vamos.

Esto se esta poniendo algo sospechoso, la verdad.

-Hazlo, si crees y piensas que lo lograras.

Estábamos a 2 metros de distancia, había retrocedido, por seguridad propia, quizás.

Miraba de reojos para tratar de asegurarme que no hubiera nadie atrás de mi.

Williams comenzó a caminar en paso lento hacia donde yo estaba, el miedo y la adrenalina me invadían.

Totalmente todo de mi, se estaba preparando para lo que podría llegar a suceder ahora.

Al estar frente a mi, me cogió de la cintura y me acerco a él.
¿Que creen que hice?
Ni modo, posé mi manos en su nuca, lo típico de las películas románticas, pero en este caso, no es eso, lo hice para darle confianza y por que tengo mi arma de defensa en uno de mis brazos, escondida, gracias a mi camisa de mangas largas color negro.

-Vamos pequeña Kim, camina ¿si? no quiero obligarte ni nada similar para que lo hagas. 

-Así que, ¿Te atreverías?

-Si Kimberley. 

-¿Que harás al respecto?

-Lo que sea necesario

Eso basto para que me pusiera en alerta.
Puse en practica lo aprendido en defensa personal.

Baje mis manos de su nuca, me aleje de él, y sin previo aviso alguno, agarré a Williams de la camisa, en la parte de su hombro, lo jale hacia mi, con una de mis piernas, hice que perdiera el equilibrio, dándole una patada en cada una de sus piernas, por lo tanto cayo de rodillas, soltando un quejido de dolor.

-¡Joder Kimberley! ¿Que diablos te pasa hoy? ¿Que haces?

Me encontraba detrás de el, con una mano en su mandíbula, precionandola fuertemente, mientras echaba su cabeza hacia atrás.
Y la otra mano, sostenía mi navaja de repuesto, y esta se posicionaba en su cuello.
(que por cierto solo tengo dos no piensen que tengo una colección. Pero pensándolo bien, no seríamala idea)

-¿Que tramas Williams? ¿crees que por que te entregue mi confianza, en serio confío en ti? Por favor.

-¿Cálmate si?, estas enloqueciendo de veras. Yo no estoy tramando nada, solo quise decirlo por diversión pero no seria capaz de hacerte daño, créeme.

-Joder contigo, tú y tus malditas bromas váyanse al infierno.

lo solté y me fui de ese lugar, Williams no demoro en ponerse de pie e ir detrás de mi.

-¿Que acabó de suceder, pequeña?

-No confíes. Ni de tu propia sombra.

-¡Por favor! Jamas te haría daño, entiende. Te quiero como no te imaginas, Kimberley.

Detuve mis pasos, gire hacia atrás, donde el se encontraba actualmente y lo mire fríamente.

-Cuando la desconfianza entra, el querer, el amor, el cariño, lo que sea, salen huyendo.
Así que por mucho que me lo digas, estando yo en desconfianza, esos "sentimientos" serán fallidos, es allí cuando seras un perdedor. ¿Entendido?

¿Sabes que es un reto? Bueno, mi vida es un reto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora