¹𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒛𝒐||𝐀𝐔 𝐀𝐃𝐑𝐈𝐍𝐄𝐓𝐓𝐄

•|ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 4|•

Narrador omnisciente

—¡Hola, Adrien! — saludo la rubia llegando hacia el.

—Oh, hola — le siguió la corriente, realmente no la recordaba, sabía que la había visto pero no recordaba su nombre.

Mientras miraba alrededor buscaba a su amiga. Estaba seguro que no podía faltar hoy, es decir... era su cumpleaños.

—Puedo sentarme aquí mientras cierran la puerta... podemos compartir, te traje un jugo ya que descubrí que hoy es tu cumpleaños — dijo emocionada.

—Claro, muchas gracias por el jugo — sonrió el niño algo sonrojado, la chica era bonita, tenía unos hermosos ojos azules que resaltaban con prácticamente toda su cara.

—¡No hay de que! Estoy segura que no recibirás mejor regalo que el que yo voy a darte... seguro me recuerdas, soy Zoé — dijo nerviosa.

Adrien rebuscó en su cabeza pero no, no había nada. De hecho, ¿ahora que estaba haciendo aquí? ¿acaso no tenía que entrar a clases y a quien estaba esperando?

Y así era Adrien, podía estar normal un segundo y al siguiente no recordaba cosas, era muy confusas en realidad pero estaba acostumbrado a vivir así.

—Mejor entremos a clase — dijo levantándose de la banca en dónde esperaba a aquella quien ahora no tenía mucha concordancia en su cabeza.

—Oh, pero aún no te he dado tu regalo — mencionó viendo sus ojos verdes.

—¿Por qué deberías darme un regalo? — pregunto confundido.

Sin más, Zoé se acercó al niño y depósito un besito en sus labios.

Este la miro confundido y cuando volteo hacia la entrada observo como una niña con una caja enorme que apenas cabía en sus bracitos los miraba tristemente.

—¡Feliz cumpleaños Adrien! Espero te haya gustado mi regalo — dijo Zoé y se fue a su aula.

El solo se quedó sentado y de nuevo sus ojos se dirigieron a la entrada. La niña con la caja ahora caminaba hacia su dirección.

¿Quien era?

—Hola — le dirigió una sonrisa a ella — Creo que llegaste tarde, casi cierran el portón, tuviste suerte niña — trato de sacar plática.

—Soy Marinette, tu mejor amiga — le recordó y como si fuera poco, este le sonrio de inmediato.

—¡Oh, Marinette! Si, lo sé ¡No tienes que recordarmelo! — dijo sonriente.

Claro que sí, claro que debía recordarselo siempre.

—Uhmmm... feliz cumpleaños, Adrien — dijo desanimada.

Adrien miro la caja y jadeo.

—¿Oh, es mi cumpleaños? ¡¿Me trajiste esto, solo para mi?! — pregunto emocionado mirando la caja.

—Me la pasé trabajando en ella la última semana, espero te guste — ladeó su cabeza.

—Todo lo que venga de ti va a gustarme, Marinette — aseguro — la abriré ahora mismo.

La pequeña solo sonrió, a pesar de que aquella escena de Adrien besando a Zoé Lee realmente la había calado al fondo, amaba ver a su mejor amigo feliz.

Ella haría lo que fuera para que sea feliz.

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No Adrien pero al menos fue Zoé la que le dió un beso :")

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