•|ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3|•

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Narrador omnisciente

Y así pasaron los años, ambos pequeños se divertían, jugaban, la pasaba juntos, ella jamás lo había abandonado.

Marinette realmente quería al rubio de ojos verdes, simplemente haberlo conocido había sido tan especial para ella que agradecida su llegada aquel día en la guardería.

Era paciente, dedicada pero sobre todo, siempre trataba de ser la única persona para Adrien cuando el lo requería.

Porque si, Adrien seguía teniendo retrocesos y perdidas de memoria. Normalmente ella contaba el tiempo exacto cada que sucedía, tenía que pasar más de 2 minutos para que el chico olvidará por completo toda su memoria.

Ahora Adrien cumpliría sus 10 años mientras que Marinette seguía teniendo 9, si, habían pasado 5 años juntos, incluso había rogado a su madre para que la pusiera en la misma escuela en la que meterían a Adrien.

—¿Cariño que tanto estás haciendo?, la comida se enfriará — dijo la madre de aquella entrando a la habitación.

—Oh, lo siento mamá... el cumpleaños de Adrien es en esta semana y me he estado preparando para darle una gran sorpresa y un gran regalo, es mi único amigo y quiero que todo sea perfecto — soltó la pequeña dejando sus plumones a un lado.

Así era aquella niña de 9 años, su único propósito y preocupación era aquel chico apunto de cumplir 10 años, no importaba quien quisiera alejarla de el, ella nunca cedería ¿o si?

—Cariño, has estado trabajando en esa sorpresa mucho, es hora de que te alimentes bien, seguro Adrien comprenderá si lo dejas de lado — dijo viendo la cajota enorme que decía en la tapa con letras brillosas "¡Feliz cumpleaños, Adrien¡".

—No quiero que salga mal, mamá... sabes que Adrien es muy especial para mí, así que seguiré adornando esto, tu mientras puedes comer — sonrió tierna la pequeña.

Su madre suspiro y asintio. Sabía que su hija moriría por aquel niño pero últimamente su comportamiento la preocupaba un poco. No quería que ni por nada del mundo le rompieran el corazoncito, y no, no hablaba de un tema sentimental sino en el plano de amistad.

Sabía muy bien lo arraigada y de buen corazón era Marinette, siempre veía como está se preocupaba tanto por el chico, si veían algo y decidía comprarlo tenían que llevar uno extra para Adrien, si compraban comida debían llevar un poco más para el al día siguiente.

—Esta bien, cariño... esperaré a que termines para que podamos comer juntas, dime en qué te puedo ayudar para que termines antes — dijo acercándose a la caja.

Los ojitos de su hija brillaron y pronto empezó a explicarle.

Esperaba con todo el corazón que su pequeñita no se llevará una desilusión algún día de estos gracias a ese niño.

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Ya pasaron algunos años y podemos ver cómo es Marinette con Adrien y lo que es capaz de hacer, bueno ahora me voy.

Si les gusto denle estrella y síganme si no lo han hechoღ

¹𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒛𝒐||𝐀𝐔 𝐀𝐃𝐑𝐈𝐍𝐄𝐓𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora