•|ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 9|•

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Narra Adrien

Jugué un poco con mi pulsera, era bonita pero realmente no recordaba donde la había adquirido, suspire algo irritado. Esto se estaba haciendo cada vez más difícil.

Pronto escuché el timbre de mi casa, me levanté del sofá y me encaminé hacia la puerta, al abrirla me sorprendí un poco, había una pelicastaña.

—Hola Adrien, es Lila — saludo señalándose y yo solo la miré — oh sí, ¿recuerdas que quedamos en que podrías ayudarme en mis tareas de  química? realmente soy pésima y pues, quise aprovechar que te ofreciste para darme clases privadas — sonrio mostrando su libro en mano.

—Pasa, siéntate en donde quieras — le sonreí amablemente.

No recordaba haberle dicho eso o que podía darle clases privadas pero bueno, era una constante lucha con esto, se me olvidaba todo así que simplemente lo dejaría pasar.

Cerré la puerta y me dirijí al mueble en dónde ella se había instalado.

—Bien, dime qué no entiendes… trataré de recordarlo, es que yo…— me interrumpió.

—…Sufres de memoria a corto plazo, si lo sé — termino la frase y yo sonreí viéndola.

No me había dado cuenta pero ella era… preciosa.

—Si, eso… así que discúlpame de antemano si a veces soy un asco para explicar — ella asintió.

—Tranquilo, Adrien… seguro eres demasiado bueno explicando así que no me molesta si me quedo todo el día con tal de verte — dijo sonando sincera.

Por alguna extraña razón mi corazón se había acelerado.

—Gracias Lila — agradecí unos quedamos viendo unos instantes a los ojos.

Luego de reaccionar reí nervioso.

—Iré por unos libros que tengo, seguro te servirán… ya vuelvo — dije dejando mi celular en mi mesita.

Narrador omnisciente

Lila al notar que aquel chico había desaparecido suspiró y miró el celular. Mordió su labio al ver que una llamada entraba haciendo que la pantalla se iluminara.

Llamada entrante
"Marinette"

Está suspiro de nuevo y tomo el celular, pronto miró que Adrien aún no haya regresado, sin más lo apagó y volvió a ponerlo en su lugar.

—Nada nos tiene que interrumpir, mucho menos… ella — susurró Lila algo celosa.

—Ya estoy aquí — se escucho la melodiosa voz de Adrien.

Lila sonrió y mirándolo con sus ojitos llenos de amor rió.

—¿Paso algo interesante mientras no estaba? — le pregunto el.

—No, solo miraba alrededor, tiene una bonita casa — le dió una sonrisa.

—Mama ama las cosas antiguas, pero papá trata de mantener lo moderno por así decirlo — explico el pelirubio abriendo el libro.

La vista de Lila se dirigió hacia la muñeca del chico. Acaricio la pulsera llena de dijes y sonrió.

—Es un muy bonito brazalete — halagó.

—Gracias…

No tomaba mucha atención, el brazalete era cualquier cosa, seguro su madre se lo había dado o alguien ahí.

—¿Dónde lo conseguiste? — pregunto la ojiverde.

—No se, yo… supongo que alguien me lo ha de haber regalado — respondió observando está vez su muñeca dónde aún reposaba su las caricias de Lila en su pulsera.

—¿Puedo tenerla?… es decir, es realmente linda y como tú y yo pasaremos más tiempo juntos quisiera tener algo que me recuerde tu escencia siempre.

Adrien se sonrojó… ¿Pasar más tiempo con ella? Eso sería realmente cool.

—Claro, toma — la desabrochó y ayudo a esta a ponérsela.

Una vez la pulsera estuvo en la muñeca de Lila ella sonrió.

—¡Es tan linda! Prometo nunca quitarmela — dijo y sin pensarlo le dió un beso en la mejilla a Adrien.

Este solo la miro con ternura, era tan linda.

Lila al contrario solo miro el brazalete con emoción.

Estaba logrando entrar en el corazón de aquel chico que tanto le gustaba.

Adrien Agreste sería suyo, no más amigos, no más alejamiento, no más Marinette Cheng

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¡Al fin, nuevo capítulo! Después de más de una semana por razones que ya saben <3

Espero les haya gustado, si es así denle estrella y síganme si no lo han hechoღ

¹𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒛𝒐||𝐀𝐔 𝐀𝐃𝐑𝐈𝐍𝐄𝐓𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora