•|ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 12|•

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Narra Adrien

Caminé hacia mi casillero, ahora mismo no recordaba lo que tenía que hacer pero seguro no era nada importante. Era una lucha constante y dura de vivir perdiendo la memoria cada 60 segundos y contando.

Sabía que lastimaba a mucha gente pero no podía evitarlo, simplemente mi cerebro no los recordaba.

—¡Adrien! — escuché mi nombre, me voltee y me encontré con aquella pelicastaña.

—Lila — dije acordándome.

En cierta parte, me sorprendía el hecho de recordarla a ella, pero bueno… supongo que así funcionaba últimamente.

—¿A dónde vas?… ¿Me ibas a dejarme plantada? — pregunto y yo fruncí el seño.

—¿Plantada? ¿Por qué?

—Adrien, dijiste que irías a almorzar conmigo, ya es hora del almuerzo… ¿Que no te acuerdas? — preguntó riendo.

—Lo siento…— me disculpé pero ella hizo una mueca.

—Perdóname, no recordaba lo de tu condición… se que no lo haces a propósito así que ven… vayamos a la cafetería…— me extendió su mano en la que portaba un brazalete.

¡El brazalete!

—Y-yo…— tragué saliva, quería pedírselo, en serio pero simplemente no podía.

—¿Sucede algo, Adrien? — solo negué.

Bueno, tal vez podría comprar uno igual más tarde.



Narrador omnisciente

—¡Oh, Nico! No puedes enamorarte de Verónica, es muy bajo de tu parte ¡Es tu tía! — susurró la pequeña leyendo aquel libro.

Luego de pensar mucho en que hacer decidió leer en la biblioteca escolar, como de había dicho al principio, como se había dicho al principio, aquella niña de 14 años no tenía más amigos más que Adrien.

No le gustaba socializar con los demás, eran muy… raros, al igual que ella.

—… Verónica debe rechazarlo, Nico es muy pequeño para enamorarse de ella —dijo en voz alta.

Aquella leía realmente muy concentrada que no se percataba del chico que la veía desde que había llegado, ella solo había entrado, escogió un libro y se sentó en la primera banca que encontró. La biblioteca estaba vacía así que era el lugar perfecto para su soledad. O eso creía ella.

Pronto escuchó el timbre dando por terminado su descanso, sin más, camino por el pasillo para dejar el libro a medio leer.

—Si quieres puedes llevártelo…— hablaron.

—Oh, si… lo sé pero me enoje porque el personaje secundario se enamoró de su tía — dijo y el chico río — Hey, puede sonar tonto pero es raro a pesar de que no sean de sangre...— siguió diciendo aquella y río junto a el.

—Nunca había visto a alguien que se enojara por las acciones hechas de los personajes en un libro... había oído que algunas personas lo hacen, pero jamás había interactuado con una — explicó y ella le dirigió una sonrisa tímida.

—Debo irme, tengo que entrar a clase...— dijo y se encaminó.

El chico rápidamente la siguió.

—Yo también debo hacerlo...— dijo a su lado, mientras caminaban saliendo de aquella aula gigante llena de libros.

—Nunca te había visto... ¿Acaso eres nuevo? — preguntó ella.

—Si, algo así... soy Luka — sonrío presentandose.

Y es que aquel chico se había sentido atraído a aquella desde que había entrado a la biblioteca, no sabía en que tipo de ámbito pero sentía la necesidad de hablarle y conocerla. Solo esperaba no llevarse una decepción al saber ella quien era ya que… todo el mundo quería juntarse con el por algún beneficio y no por quien era en realidad.

Porque si, Luka era actor y había decidido venir a la escuela por unos periodos cortos mientras grababan una serie, luego de eso, regresarían a su ciudad natal para seguir con otros proyectos.

—Soy Marinette — respondió aquella extendiendole la mano para estrecharla sin saber de quien se trataba realmente.

Luka solo sonrío, al parecer ella no tenía ni idea de quien era por lo cual era perfecta.

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¡Lukaaaa! Te amo, te amo y te amo, nunca me cansaré de decirlo ❤️

¿Creen que la llegada de Luka fue para bien o para mal?

Esperó les haya gustado, si es así denle estrella y síganme si no lo han hechoღ

¹𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒛𝒐||𝐀𝐔 𝐀𝐃𝐑𝐈𝐍𝐄𝐓𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora