MinHo y Jisung mantuvieron una relación llena de mentiras, infidelidades, toxicidad y no necesariamente de parte de MinHo.
ღ mención otras parejas.
ღ Historia inspirada.
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Los fuertes golpes de la puerta de la entrada alarmaron a la señora Hwang que rápidamente se puso sus anteojos y su suéter para correr a la puerta.
— ¿MinHo? — El alto peli negro ni siquiera pidió permiso para entrar, él entró como si fuese su propia casa en dirección escaleras arriba. — Hey, MinHo, ¿Qué pasa?
MinHo con la rabia recorrer su sangre se acercó tocando fuertemente la puerta de uno de sus mejores amigos, Hyunjin.
— MinHo — la madre de Hyunjin se acercó a él preocupada. El chico estaba hecho un desastre, sus labios temblaban, sus ojos estaban hinchados y estaba tan rojo del rostro.
— ¡Abre la maldita puerta, Hwang Hyunjin! — golpeó nuevamente con fuerza a la puerta.
— Oye, cálmate no estas en tú casa para que grites — tomó su mano pero fue empujada por MinHo.
— Su hijo es una maldita perra — dijo entre dientes. Con su pie está vez golpeó la puerta. — ¡Ábreme, se que está Jisung contigo! ¡Ábreme, maldita mierda!
— ¡MinHo, por favor! — la madre de Hyunjin trago saliva y corrió escaleras abajo en busca de ayuda.
Mataría a su hijo a golpes si no hacía algo.
Tantas patadas a la puerta hizo que pequeñas maderas salieran volando hasta que finalmente una última patada la hizo abrirla.
Él no estaba molesto, él estaba decepcionado.
— ¡Eres un maldito cabron, Han Jisung! — gritó con un nudo en su garganta.
— MinHo, cálmate — se acercó Hyunjin posicionando bien su playera.
— ¡No me toques, pendejo! — lo empujó del pecho. Las lágrimas pedían salir ya de sus ojos, no dejaba de ver a Jisung que se ponía su ropa con tranquilidad. — ¿Porqué Jisung? Dijiste que ya no lo verías.
Él menor ni siquiera le dirigía la mirada, solo ponía sus botas negras favoritas y soltaba sonoros suspiros.
— Lo siento.
— ¿Lo sientes? Te di la oportunidad de que dejaras de verte con Hyunjin y dijiste que lo harías, ¿Porqué me mentiste? ¡Porqué mierda me mentiste!
La habitación se quedó en silencio, odiaba la indiferencia de Jisung, odiaba que no lo mirara, odiaba que no fuera honesto y que mintiera.
¿Cuándo serás honesto? ¿Cuándo dejaras de romper mi corazón?
— MinHo
Observó a Hyunjin que tenía sus manos sobre su cadera.
— ¿Y tu qué? — susurró con sus ojos cristalizados. — ¡Dijiste que eras mi mejor amigo! — se acercó empujándolo nuevamente del pecho. — ¿Porqué me hiciste esto, Hwang? ¡Sabes cuánto amo a Jisung y aun así lo hiciste!
