Cuarta pluma

1.7K 289 39
                                    

Pasaron algunos días, pero la herida en la espalda seguía sin sanar, arrancándole cada día los ánimos mañaneros. Llegó a considerar la opción de cortar la pequeña protuberancia de la zona al ras, pues al extraer el ala izquierda, lo hicieron terminando de cortar por la herida ya existente, que en realidad estaba a uno o dos centímetros de la piel.

Permaneció sentado en la cama, con el torso desnudo y la mirada perdida, expectante de la nada.

Escuchó el timbre —que había instalado hace poco junto a la puerta de retina—, así que se vio obligado a vestirse y atender. Por la hora, dudaba que fuese Fargar. También colocó su antifaz de cuervo tras peinar su cabello hacia atrás con las manos.

Abrió, topándose con Luzu, una total extrañeza a su parecer.

—Buenas, Focus —le sonrió.

—Buenas..., ¿sucede algo?

—No es lo que sucede, sino lo que sucedió —corrige, manteniendo la sonrisa—. ¿Tienes un minuto?

El cuervo asintió con la cabeza, dejándole pasar y cerrando la puerta. Lo guió hasta el living, invitándole a tomar asiento, cosa aceptada por el visitante, así que Focus tomó un lugar al frente, expectante aunque poco interesado.

—¿Qué es lo que pasa, entonces?

—Bueno, he hecho un descubrimiento increíble —apegó la espalda al sofá y cruzó las piernas—. Como sabrás, soy un brujo o hechicero, como quieras llamarlo, bastante mejor que Juan, cabe aclarar.

》El caso es que quizá, es posible, que tomara o me dieran una muestra del ala que perdiste, esto para fines totalmente científicos.

—Creí que los brujos no hacían ciencia.

—No, pero me entiendes —ríe un poco nervioso—. Entonces, con esta muestra, llamémoslo así, quizá, solo quizá, quería extraer magia de tu condición de híbrido, pero terminé encontrando memorias y otras cosas.

Focus le miró, disgustado, no era grato que alguien hurgara en su pasado sin ningún permiso.

—Pero las memorias no son lo importante —gesticulaba con las manos, fascinado con su propio hallazgo—, si no un ápice de señal sobre lo que pasó cuando caíste. ¿No te has preguntado por qué sigues vivo? Fargan dijo que eran varios metros de caída.

Ciertamente no lo había hecho, incluso llegó a desear que hubiese sucedido.

—No.

—Ahí voy, y es que moriste, al caer falleciste, pum —simuló una arcaica explosión con ambas manos—. Pero eso no es todo, y es que los dioses decidieron mantenerte con vida, por lo que sanaron únicamente las partes vitales que habían sido dañadas. Recuerdo que Fargan mencionó sangre en tu nuca, pero no había ninguna herida.

El cuervo estaba inseguro de cómo tomárselo, así que soltó un suspiro.

—¿Eso es todo?

Luzu lo miró con sorpresa, no había valorado ni un mínimo su descubrimiento que le tomó días. Sus cejas se juntaron un poco más y los orbes rojos brillaron con molestia.

—Tío, estoy diciendo que los dioses te revivieron, ¿no te da curiosidad por qué? ¡Podrías haber muerto!

—Seguramente es un juego para ellos, no le doy muchas vueltas.

—¿Un juego? Es una vida, ¡tu vida! Entiendo lo que hayas intentado, pero deberías ver esto como una segunda oportunidad.

Focus intentó mover su ala derecha a pesar del estridente clavar de miles de agujas en la zona rota.

Wings [𝐹𝑎𝑟𝑐𝑢𝑠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora