Dieciseisava pluma

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Unos segundos de mareo y náuseas embargan a todos los del pueblo uno que han ido de travesía hasta el infierno.

Focus cae de rodillas al llegar, la máscara la ha perdido hace varias horas, así que ahora todos pueden ver su expresión perdida, su rostro húmedo que acaba de limpiar con brusquedad, y el como fija la vista en el suelo, intentando procesar todo lo que ha pasado; las sensaciones son fuertes, demasiado para alguien que aisló su propia alma con tal de sobrevivir a su antiguo mundo. Quiere gritar, quiere volver, traerlo con él en ese mismo segundo.

Tampoco es la primera vez que siente esa incapacidad de actuar, y es por ello que la molestia se acrecienta con cada plan maquinado en su mente fallando ante miles de cosas sin considerar que significarían un gran obstáculo.

Reacciona con violencia cuando Ibai intenta tocar su hombro, recibiendo el oso una amenazante espada en su cuello, la cual baja lento hasta desplomarse sobre el suelo.

—¿Qué ha pasado? —asustado, pregunta de todas formas, pues le causa curiosidad qué clase de cosas ha vivido el cuervo como para tener reacciones tan espontáneas y emocionales.

—Necesito más tiempo —suelta, mirando su propia espada en el suelo, recordando que le ha dejado la extra que llevaba a Fargan.

Ibai se arrodilla frente suyo mientras el resto comparte sus aventuras en el averno.

—Cuervo, ¿todo bien?

Focus lo mira, tiene el ceño fruncido y la mandíbula tensada. Incapaz de responder, suaviza su expresión y niega, bajando la cabeza. La derrota y la inutilidad le sobrepasan, o quizá sea solo que al fin reconoció amar a alguien, y al hacerlo, están las altísimas probabilidades de no volver a verle jamás. Es una mierda en todos los sentidos.

Primero le ha dejado morir por el ataque de Folagor y ahora lo ha dejado a su suerte en el infierno, piensa, aumentando esta vez también la culpa.

—No pude sacarlo a tiempo y...

No dice nada más, volviendo a negar.

—Pero ellos aún tienen tiempo, ¿no?

El híbrido de oso quiere ayudarle, pero no es como que se conozcan de toda la vida para que sepa qué hacer en tales situaciones, si bien le vió aquejado por perder su ala, aquellos sentimientos difieren de estos. En ese entonces se había rendido, ahora se rehusaba a hacerlo hasta el punto de herirse a sí mismo queriendo arriesgarse tanto.

Focus se levantó de pronto, caminando rápido hasta Luzu a pesar de la pesadez que embargaba su cuerpo. El brujo le sonrió un poco, entendiendo qué pudo haber sucedido.

—Necesito más tiempo.

Auron, que estaba al lado de Luzu, le miró extrañado, ¿desde cuando arriesgaba tantísimo por alguien? siempre le creyó egoísta.

—¿A qué te refieres?

—Que me envíes al infierno de nuevo.

Luzu hace una mueca y niega con la cabeza.

—No puedo —alza la zurda y en su mano aparece apenas una leve esencia rojo negruzco—, terminó la purga, volvieron mis limitaciones y un portal no es viable, ya que es ilegal e iríamos a la cárcel.

La frustración se apodera de Focus, mirando a los lados como si buscara opciones, aquella desesperación es solo visible en sus ojos.

—Confía en el búho, hombre —interrumpe Auron, despreocupado, dándole una palmadita en el hombro—. Ese ha salido de cosas chungas, no necesita protección.

Los orbes oscuros del cuervo se fijan en él, y sin decir nada, da media vuelta y se aleja de ellos. Claro que confía en Fargan, pero no en los dioses, menos en los demonios del mismo inframundo, pues no era lo mismo Axozer, con sangre de demonio por una cosa rara de sus padres, que el propio Lucifer.

Wings [𝐹𝑎𝑟𝑐𝑢𝑠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora