Última pluma

982 165 92
                                    

"De las tormentas tristes, respuestas. De los meses del año, instantes. Del blanco de las paredes, estrellas."

-El chico de las estrellas, Chris Pueyo.


—¡FOCUS! —grita, abrazándolo, casi abalanzándose sobre él—, ¿eres tú, verdad? —lo suelta al oír un gruñido cuando toca la herida de la espalda.

Su cola se mueve frenética, demostrando su emoción. Focus sonríe también, primero Fargan y ahora el lobo que alguna vez tuvo de amigo, quizá los dioses nunca le odiaron, solo tenían algo bueno preparado, misma historia que se contaba la gente para mantener la esperanza.

—¿Cómo has estado? —suelta con simpleza, notando la sangre en sus manos, boca y los cortes que surcan sus muslos y antebrazos.

—Bueno, llegué aquí y me morí —una mueca de desagrado se posa en su rostro, tras la emoción logra reconocer el escozor de cada herida junto al cansancio general.

Auron se aproxima a ambos híbridos, curioso.

—Hombre, Dess, ¿mal día para llegar?

—Es que si no salía hoy, después me devolvían a la jaula —explica, tensandose al recordar su antiguo mundo, el mismo dónde conoció a Focus.

—Vaya..., eh, ven que te curamos las heridas. Parece que todos caen aquí porque hay más gente reunida.

El lobo asiente, pero no se mueve, no siente fuerzas para levantarse. Focus decide ir por la silla de ruedas y ayudarle a sentarse, recibiendo un gracias de vuelta.

Creía poder aguantar el trayecto a pie sin mucho problema, era capaz de lidiar con el cansancio si aquello conllevaba ayudar a Dess.

—Cuervo, llévalo a mi casa, ya voy yo. —Auron se gira para ir con Perxitaa y Carola, quienes acaban de recibir un Zorman con el brazo roto que no deja de gritar—, por mis cojones que mañana se ponen a construir un puto hospital —murmura molesto.

Mientras, Focus lleva a Dess, quién mira emocionado el pueblo.

—Me alegra que hayas salido de allí —comenta, viendo como su cola aún se mueve, está feliz, no le cuesta saberlo, a diferencia de él, Dess se expresa sin dificultades.

Dess gira un poco la cabeza para verlo, sonríe. No sabe que el cuervo lo ha recomendado, aunque Auron resultó también conocerlo, por lo que se facilitaron mucho más las cosas.

—A mi también, pero es incluso mejor que ambos escaparamos, ¿no crees?

—Ya, eso está claro.

—Y dime, ¿dejaste de ser tan mezquino y agresivo? —comenta con gracia, recordando viejas andanzas.

—No lo sé, chaval.

—¿Conociste gente?

—Sí, el pueblo es bastante agradable si descuentas uno que otro. Tendrás que andar con cuidado.

—Yo estaré bien mientras no me pongan en el mismo pueblo que una de pelo naranja, que esa me ha matao'.

Focus ríe leve, visualizando la casa de Auron a lo lejos y deduciendo que su amigo se refiere a Lolito.

La calma es increíble si la compara a lo sucedido hace algunas horas, el cielo se ha despejado, dejando ver casas destruidas, incendios muriendo que esparcen aroma a quemado y pequeñas nubes de humo. Hay trozos de armaduras y armas tirados, mochilas rotas u olvidadas, animales muertos..., es un desastre que luego deberán limpiar, al menos parecía que lidiar con los cadáveres de las calles no era preocupación, pues la mayoría había desaparecido, y los que no, son iluminados con la gentil luz matutina que les otorga una simple caricia a sus pieles pálidas; estos son los que no han sobrevivido al Pandemónium, y cada vez que pierden, son dejados en sus casas para ser hallados luego por sus seres queridos, así puedan recibir, al menos, un entierro digno.

Wings [𝐹𝑎𝑟𝑐𝑢𝑠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora