Capitulo V

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Las cosas seguían su curso, el padre de Lisa se retiró y ella asumió como presidenta. Aún no habían dicho lo del embarazo de Rosé, así que eso, era una tarea pendiente, la verdad, no sabían cómo lo iban a tomar, pospusieron el anuncio a hasta encontrar el momento preciso.

Lisa seguía su vida normal de conquista en conquista, pero con absoluta discreción y Rosé pendiente de su embarazo con el matrimonio recupero su credibilidad y pudo conseguir un empleo, la verdad, ellas no convivian mucho y se veían muy poco, pero una vez más el destino les jugaba una mala pasada, el papá de Lisa sufrió un accidente, lo que lo dejo gravemente herido, obligándolo a pasar  su convalencia en casa de Lisa, de nuevo tendrían que reorganizarse y decirle lo del embarazo de una vez, hablaban de eso.

Lisa: Mira Rosie se que será dificil, pero con mi padre aquí, tendremos que compartir cuarto y no sólo eso si no cariñitos.

Rosé: eso lo sé, pero me va costar trabajo y además tu y yo tendremos que hacer vida de pareja, no sólo dormir juntas, con tu padre aquí hay que cenar, desayunar; establecer una rutina, además cuando le vamos a decir lo del embarazo, ya sé me nota y no pasará desapercibido para él.

Lisa: Aí por qué me miras así, qué dije.

Rosé se le quedo viendo raro, a nadie le permitia llamarla Rosie, solo su padre, la llamaba así, pero por alguna extraña razón que Lisa la llamase así, no le incomodaba ni le molestaba.

Rosé: No nada - respondió- ¿Qué decías?.

Lisa: Estás en las nubes, cuando lo traiga para acá, yo le digo si no te molesta claro.

Rosé: ¿ Y qué le vamos a decir ?

Lisa: Que fue por inseminación artificial, y que no le dijimos nada hasta que resultará, ¿te parece?.

Rosé: No sé, tantas mentiras se nos va a salir de control Lili -eso último se le salió-

Lisa: No te afanes, todo saldrá bien, chao, me voy a buscar a papá.

El señor Manoban estaba un poco contrariado, la noticia del embarazo de Rosé lo tomaba por sorpresa y no era, que no quisiera nietos, pero la consideraba precipitado.

Cuando llega a la casa, saludo con cariño a Rosé, felicitándola por el embarazo. Pero también pregunto de verdad parecía sospechoso.

Sr.Manoban: ¿Dime hija, por qué decidieron tener hijos tan rápido, no tienen ni dos meses casadas?

La pregunta no les tomo por sorpresa, pero si algo nerviosas, a lo que Lisa se apresuró a contestar.

Lisa: Quién te entiende papá, pero mira Rosé y yo, decidimos tenerlo ahora y disfrutarlo mucho, ademas sólo será  uno. Ella está feliz y eso a mi me alegra, además vas a tener un bebé aquién consentir.

Sr.Manoban: No niego que la noticia me hace feliz, pues será mi heredero, pero pensé que necesitarían tiempo para formar su relación de pareja, que sé yo congeniar, pelear, lo que hacen las parejas.

Lisa: Si, si es cierto, pero queremos que nuestro hijo vea crecer a sus madres en la relación, que vea cuanto lo queremos y en cuento, a lo de las peleas, me creerás que no hemos peleado papá.

Si no habían peleado, pero cómo si no convivían. Ellas pensaban que iba a ser fácil sus vidas, su relación daría un vuelco, los problemas estaban a la vuelta de la esquina, ellas eran distintas, pero a la vez, iguales.

Lisa acostumbrada a hacer lo que le daba la gana, encontraría su freno en Rose. Y ésta se encontraría con una persona que le revolvería la vida y se la pondría patas para arriba. La primera noche en la misma habitación, juntas, pero separadas Lisa durmió en un sofá cama y Rosé en la cama y la primera discusión.

Lisa: ¿Puedes apagar la luz?

Rosé: Te puedes esperar, acostumbro a leer antes de dormir.

Lisa: ¿Y a mi qué? NE-SE-CI-TO dormir y la luz me molesta.

Rosé: Ahora que termine el capítulo la apago.

Lisa le daba la espalda pensando que muchacha tan impertinente y grosera. Por su parte, Rosé había empezado y no pararían allí. Rosé era una maniática del orden mientras Lisa no; así como compartían habitación, pero no cama Lisa dejaba todo tirado, ropa, zapatos, en fin lo que pudiera dejar mal puesto ella lo dejaba, en cambio Rosé, su parte del cuarto era una tacita de plata y el baño ni se diga. Por dios cuando lisa salía y ella entraba. A ella le parecía que acaba de haber un bombardeo, que desorden, tarros, toallas, ropa interior. Rosé perdía la paciencia con facilidad y Lisa fresca, de verdad, eso no le preocupaba. La verdad, el orden, era lo que menos le importaba. EL Sr.Manoban se divertía viéndolas pelear hasta por el espacio en el closet y le decía a lisa:

Sr. Manoban: No, qué no peleaban, qué territoriales son...

MATRIMONIO  (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora