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Habían pasado exactamente dos meses desde que Choi Soobin había desaparecido.

Para mala suerte de la madre del chico los policías se rindieron en seguir buscando. Y declararon al muchacho, muerto.

Buscaron en parques, departamentos recientemente alquilados, en prostíbulos e incluso había pegado por toda la ciudad carteles con su rostro. Pero nada.

Tuvo una idea de donde pudo haber ido. Fue el día de ayer que irrumpieron el hogar de una anciana, específicamente la abuela de Soobin. Pero tampoco estaba ahí.

No se daría por vencida, aunque ya no tuviera apoyo policial. Pero no sabía dónde podría estar ya.

Se le ocurrió ir de nuevo a la universidad, pero no tendría nada que hacer ahí.

Aún así no perdía nada.

Fue de encubierta para que nadie sospechara. Específicamente como una señora del personal de mantenimiento.

Lo que haría era espiar a Yeonjun, el chico gay que había influenciado a su Soobin.

10:05 a.m

Por ahora todo normal, el objetivo iba a la cafetería para encontrarse con quien conocía como Kai y al chico del cual nunca supo su nombre, creía que se llamaba "Beonhyu".

Conversaban normal, Yeonjun y Kai no actuaban afeminados ni mucho menos se veían como una pareja, ¿entonces?

Apareció un peliazul a la escena para luego abrazar a Yeonjun, los miró mejor. ¿Quién era ese muchacho?

Soobin nunca se lo había presentado o algo.

Entonces fue que vió que ellos se despedían de "Beonhyu" y Kai para irse por el pasillo. Los siguió.

Vió como hablaban riendo y jugando, apegándose entre sí, ellos sí parecían gays.

Pero no tenía sentido si es que Yeonjun era el novio de Kai.

Sonó la campana dando inicio a clases y el peliazul y Yeonjun se despidieron.

1:35 p.m

Resultó que el peliazul y él estaban metidos en ese salón, que decía ser de Ciencias para no salir de ahí. Clases y el salón, clases y el salón sucesivamente.

Se hubiera acercado a ver que hacían tanto tiempo metidos de no ser porque no sólo ellos, sino también otros muchachos estaban ahí.

4:30 p.m

Ya era hora de salida y Yeonjun salía del salón. Había visto a todos los chicos que parecían formar parte del club salir del lugar menos al peliazul quien era obvio que se encontraba dentro. De seguro esperando a salir después.
Y eso era muy sospechoso.
¿Yeonjun engañaba a Kai con ese chico?

Veía que Yeonjun estaba en la entrada de la universidad, este volteó para encontrarse con un chico de lentes que lo abrazó por el cuello.

Eso era muy, pero muy, gay.

Pero definitivamente era más gay, que esos dos estuvieran besándose.

Besándose mientras que reían juguetones y tomaban de sus cuerpos para abrazarse. Demasiada homosexualidad para sus ojos.

Pero no dejaría eso así como estaba, no, no.

Se acercó enojada al par y dijo.

—¡Hey tú!

De inmediato la pareja se separó asustada.

El peliazul la miró por unos segundos para luego encararla con una cara de ¿odio?

—¿Pasa algo, señora?—habló el de lentes.

—Pasa que este muchacho supuestamente es el novio de Kai, el ex-amigo de mi hijo. Me parece indignante que lo engañes así, porque encima de homosexual vas de infiel y-

La mujer dejó de hablar porque vió como el peliazul acercó el rostro de Yeonjun a él para besarlo con demasía, casi comiendole la boca.

Miró indignada la escena.

—Terminaron hace un mes y soy su actual novio. No veo la necesidad de meterse en lo que no le incumbe, después de todo es el ex-amigo de su hijo. —remarcó la palabra ex.

Se quedó sin palabras.

—¡Esto es una aberración!, es por eso que la iglesia debe-

—Hyung, ¿qué condones usaremos hoy día?, me gustan más los de sabor fresa.—la ignoró completamente para preguntar sonriente a su mayor.

Negó fugazmente para luego gruñir enojada e irse corriendo del lugar.

Ya habiéndose ido Yeonjun carcajeó.

—A mí me gustan más los de sabor chocolate. Aunque el de fresa no está nada mal.

Sonrió avergonzado para golpear su pecho levemente mientras reía.

—Te lo dije, estaba siguiendonos.

—Pensé que era una broma...

—Sabes que no bromearía con esas cosas.

Soobin hizo un mohín.

—Admito que me dio un poco de miedo porque hace meses no la veía, pero cuando ví que estabas a mi lado supe que nada saldría mal.

Sonaba algo cursi, sí, pero era lo que sentía.

Yeonjun sonrió para luego tomar sus mejillas, rozar sus narices y besar su frente.

—A mi también me dió miedo... pero fuiste muy valiente, bebé.

Soobin sonrió mostrando sus hoyuelos. Quitando sus lentes, se lanzó a los labios de Yeonjun. Se rieron en medio del beso, sintiendo cosquillas.

—Te amo Soobinnie.

—Yo también te amo, Junnie.

El menor de los dos se colocó de nuevo los anteojos para caminar hacia afuera con la mano de Yeonjun y la suya entrelazadas.

Durante el tiempo en que Soobin era buscado habían creado un tipo de hábito para evitar ser descubiertos alguno de los dos. Y había resultado por dos largos meses.
Nadie había sospechado.

Sobre el asunto de Félix acordaron mejor no decirle la verdad porque no se sabía que podría hacer. Este seguía buscando al chico para mostrarle la grabación. Sorpresivamente aquel no le había enseñado a nadie más la prueba que podría ser el fin a su gran esfuerzo de mantener su identidad oculta.

Porque Félix no pudo conectar los cabos sueltos. Él era el único que podía llegar al paradero de Soobin mas se aferraba a encontrarlo solo buscándolo, pero no tratando de entender por que huyó.

Por otra parte los únicos que lo sabían eran todos los miembros del club, Kai, Beomgyu, Taehyun, Soyeon, Soojin, el director, Jungkook y Eunha, la hermana de Soobin. Esta última sí había sido inteligente y le soltó todo lo que sabía a Yeonjun para que de una vez confesara. La pareja decidió confiar en ella ya que sabía lo suficiente como para decir que el chico nuevo de intercambio era su hermanito, Soobin.

Habían pasado también el cumpleaños del mayor de una manera inolvidable para este, no solo porque por primera vez en su vida tenía mucha gente en un sola habitación cantándole, sino porque también quien más ama en el mundo estaba a su lado, diciéndole que lo amaba.

Nunca había recibido tantos regalos como ese día, y no era porque en su anteriores no, porque todos eran de chicas menores a él. Pero simplemente no se consideraban regalos si es que el motivo era para salir con alguna de ellas.

En conclusión los años aburridos de universidad habían acabado, para iniciar con años que de seguro no serían monótonas, porque ahora tenía a personas que consideraba amigos y al novio más lindo del mundo.

El día del Concurso Nacional de Ciencias se acercaba al igual que el cumpleaños del peliazul. Aún no habían anunciado fecha oficial, pero esperaban que fuera una fecha alejada que del día de Soobin.

Solo quedaba eso. Si Soobin cumplía los dieciocho podría acabar con toda esa farsa y podría ser libre.

ꪔ̤̮𖡂 |Conejillo de Indias ©yeonbin ¡ˏ'୭̥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora