Claro de Luna

Capítulo 17. La decisión

Hay más estrellas en el cielo de las que podemos contar, ¿pero sabían que cuando una estrella se apaga, aún podemos verla?, las estrellas están a 100 años luz de distancia de la tierra, por lo tanto las estrellas que vemos ahora son estrellas del pasado, es probable que una estrella que vemos ahora ya no exista más

Pues así me siento, como una estrella que todo el mundo puede ver, pero en realidad está apagada

Es extraño como la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, nunca sabes lo que puede pasar mañana, el destino siempre te va a poner pruebas en el camino, o eso dicen

Le dije a Bia que podia acompañarme al doctor ya que tenía que ir de todas formas, era el plan perfecto, yo no le mentía sobre a donde tenía que ir y ella no seguía insistiendo en que me revisaran de nuevo

Sabía que algo estaba mal, lo supe desde la primera revisión que me hicieron, trate de convencerme a mí misma de que todo iba a estar bien, trataba de negar las cosas, pero no podía tapar el sol con un dedo, tarde o temprano tendría que enfrentar la realidad, aunque no quisiera hacerlo

La cita para recojer los análisis la tenía un miércoles, el doctor llamo un sábado antes y me dijo que era urgente que fuera ese mismo día. Al principio me asusté mucho, es raro que un doctor te llamé en sábado para pedirte que vayas antes de la cita prevista, no quise hacerme películas en la cabeza y me calme, tal vez era que iba a salir de viaje la otra semana y solo tenía ese tiempo libre, yo que se, otra vez, negando las cosas

Le dije a Bia que fueramos a medio día, primero dijo que era mejor ir el lunes pero la convencí diciéndole que a medio día aún estaba en el colegio y era el único día que podría acompañarme. Al llegar el doctor me hizo pasar de inmediato, Bia se quedó en la sala de espera mientras estaba en el consultorio

Me quedé dentro esperando al doctor, quizá fueron 5 minutos, pero a mí me pareció horas, estaba demasiado nerviosa, el doctor entró con unos papeles en la mano y se sentó en su escritorio frente a donde yo estaba

-¿Cómo estás? - me preguntó mientras abría la carpeta

-Nerviosa, asustada, confundida...

-Comprendo totalmente... Ana te mandé a llamar porque está mañana llegaron tus resultados de los análisis

-Y salió todo bien, ¿no? - el doctor suspiro

-No te voy a mentir - dijo mientras se levantaba y ponía una de las radiografía que me sacaron en uno de esos aparatos dónde puedes verlas -¿Ves aquí? aquí tienes una lesión cerebral traumática, eso es lo que provoca los dolores de cabeza y mareos, esto normalmente se da después de un golpe fuerte, en tu caso después del accidente, pero no sé desarrollo hasta ahora

-¿Entonces todo esto es una especie de "secuela" por el accidente?

-Así es, pero si no lo atendemos a tiempo puede llegar a ser irreversible, y ahora estás en un punto muy grave, por eso te pedí que vinieras lo antes posible - dijo, me quedé mirando hacia el escritorio en silencio unos segundos tratando de analizar todo lo que me decía

-Creo que entiendo lo que quiere decir...

-Ana, es importante que hables con tu hermana, ahora estás estable, tienes suerte de que no ha llegado a mayores, pero no estarás bien hasta que te hagamos una cirugía

-¿Que pasa si no quiero esa cirugía? - suspiro y se sentó enfrente de su escritorio

-Esa sería tu decisión, yo no soy quien para obligarte a nada, pero si no lo haces... - asentí con la cabeza dándole a entender que sabía a lo que se refería

Me quedé en silencio unos segundos, trataba de contener las lágrimas lo más posible... ¿ahora tenía que decidir entre la vida y la muerte?

-Puedes pensarlo - dijo el doctor después de unos momentos de completo silencio -Como te dije, es tu decisión, pero quiero que sepas que debido al nivel de gravedad, la cirugía tendría que ser en menos de un mes

-Entiendo...

-Ten - dijo dándome un sobre -Esos son los resultados del análisis, si decides hacerlo, puedes venir con esos papeles y te programarán de inmediato - asentí con la cabeza, guarde el sobre y me despedí

Después de eso no quise hablar con nadie, excepto con Bia ya que no quería preocuparla, ni que sospechara nada, necesitaba pensar mucho, decida lo que decida, voy a terminar dañando a la gente que amo, es extraño estar en esta situación, me sentía como si no fuera yo, como si estuviera fuera de mi, ni siquiera sabía explicarlo

Después de dos días decidí que era mejor hablar con Thiago, no quería estar cerca de él porque sabía que al estarlo lo destruiría, pero tampoco podia seguir así, evitando sus llamadas y cancelando todas nuestras salidas sin razón alguna, tenía que hablar con él

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Saque el sobre con los resultados de los análisis de mi bolsa, los sostuve en mis manos unos momentos, no quería decirle nada, pero sentía que no le podía ocultar algo a él, me arme de valor y le di el sobre, ni siquiera podía mirarlo, tenía miedo de cómo iba a tomar todo, lo mire de reojo mientras lo leía, luego bajo el sobre junto con los papeles que estaban dentro y se quedó en silencio

-¿Cuándo supiste de esto? - me dijo después de un rato de silencio

-Hace dos días, no le he dicho a nadie

-Tienes que hablar con Bia

-No, no quiero que Bia se preocupe

-Pero Ana esto es algo muy grave

-No me importa, ni siquiera iba a decírtelo a ti, no me hagas arrepentirme - dije en un tono algo molesto, que note después de decirlo

-Tranquila... - me dijo tomando mi mano, luego lo mire unos segundos y luego desvíe la mirada de nuevo

-El doctor dijo que me pueden hacer una cirujía, pero aún no se si quiero hacerla, es que no se que vaya a pasar después, y no quiero destruirle la vida a Bia... ni a ti, por eso te dije que no debíamos vernos más

-Ana, mírame - me dijo, lo mire solo un segundo, puso su mano en mi mentón y me levanto el rostro hasta que quedemos viéndonos a los ojos -No vas a destruirle la vida a nadie

-Pero...

-Dejame terminar - me interrumpió -Yo no soy quien para decirte lo que tienes que hacer y lo que no - me dijo tomándome de ambas manos -Pase lo que pase, y decidas lo que decidas, voy a estar aquí para apoyarte, aunque me llegue a doler en el alma, no tendrás que pasar por nada sola

Lo mire unos segundos y comencé a llorar, me acerque y lo abracé, el me abrazo también, lo que me dijo de alguna manera me tranquilizó, era algo que amaba de él, siempre tenía las palabras indicadas

-¿Ana? - dijo alguien entrando a la residencia, Thiago y yo nos separamos y volteamos, nos levantamos de dónde estábamos sentados al segundo mientras me limpiaba las lágrimas

-¿Qué estás haciendo acá Victor?