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En la escuela vecina se encontraban un una situación similar, los de nuevo ingreso eran vistos como presas por los mayores, estaban listos para invitarlos "amablemente" a formar parte de algún club, claro que después de la ceremonia de nuevo ingreso, mas específicamente después del discurso del director de la escuela, Ittetsu Takeda, fue que los menores encontraron la inspiración para dejar en alto el nombre de su prestigiosa escuela, definitivamente entrarían a algún club y aplastarian a sus queridos vecinos

-Te lo aseguro Samu, esta vez vamos a aplastar a esos idiotas del colegio A, el año pasado casi lo logramos

El rubio caminaba de espaldas haciendo que estuviera a nada de caer en varias ocasiones, pero para la suerte de su hermano, Sawamura Daichi había estado ahí para evitarlo, no podía permitir que uno de los mejores jugadores quedará lesionado por alguna tontería como esa

- Daichi-san, debería dejar que el idiota caiga, así aprenderá a mirar por donde camina

Su querido amigo Suna apoyo al peli-gris con un leve asentimiento que bien pudo haber pasado desapercibido, el mayor sólo los miro de una manera poco agradable haciendo que los otros dos dirigieron su mirada a cualquier lugar para evitar algún regaño de su parte

-Ya sabía yo que Daichi-san me quería más que a ustedes

Atsumu hizo el intento de acercarse al mayor, algo en lo que fracasó epicamente pues cuando estaba apunto de dar el primer paso hacia enfrente una figura de gran tamaño corrió detrás de el haciendo que perdiera el equilibrio y cayera, estrellando su "hermoso rostro" directamente contra el pavimento, cosa que causó la risa de sus compañeros y las pocas personas que pasaban por la calle en ese instante

En ese momento el rubio maldicio por lo bajo, pero agradecía que no hubiera tanta gente para ver el papelón que había hecho, aunque al ser Miya Atsumu, todo podía ponerse peor y para su mala, o tal vez no tan mala, su caída fue a unos cuantos metros de la entrada del colegio A

Todo habría sido más sencillo si tan sólo se hubiera levantado junto a la poca dignidad que, según él, aún conservaba, si tan sólo no se hubiera quedado mirando a un lindo chico de cabellos naranjas salir por aquella puerta, si tan sólo el pequeño lo hubiera ignorado y pasado de largo...

¿Era muy tarde para levantarse y salir corriendo de ahí?

Si

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