Rivales

ᴏɴᴇ

El nuevo curso estaba por comenzar, algunos de los alumnos estaban emocionados por reclutar a los de nuevo ingreso para los distintos clubes que habían, los ayudarían a entrenar e iban a guiarlos por el camino de la victoria, tenían que dejar su espíritu de lucha, las nuevas generaciones tenían que seguir la guerra contra la escuela A para demostrar que seguían siendo los mejores, justo como ellos lo hicieron durante los dos años anteriores

En la entrada del colegio habían dos chicos, uno de ellos se veía amable, su cabello grisáceo y su sonrisa amigable lo hacían ver muy lindo, el chico que estaba a su lado se miraba algo aterrador a decir verdad, su barba lo hacía ver intimidante además de su gran estatura y su cuerpo fornido, el peli-naranja se quedó a unos pasos de la entrada, no quería cruzarse con aquel castaño aterrador, sin darse cuenta estaba retrocediendo algunos pasos y había chocando con otra persona

-L-lo siento, estaba distraído, no fue mi intención

El más bajo alzó la mirada encontrándose con un chico de cabello verdoso, quien lo miraba bastante avergonzado

-N-no te preocupes, yo también tuve la culpa, iba distraído y no te vi

El peliverde quito sus audífonos y los guardo en su bolsillo del pantalón prestándole toda la atención al pequeño que tenía enfrente quien se limitaba a mirarlo fijamente, haciendo la situación algo incómoda

-Umm- ¿pasa algo? ¿Acaso se lastimaste?

-No, no es eso, sólo que tienes algunas pecas en el rostro

El peliverde bajo la mirada, otra vez ese defecto que el tanto odiaba, sus pecas eran horribles, lo escuchaba todos los días, las voces en su cabeza se lo decían cada que se miraba su reflejo en cualquier lugar

-Ah... si, sin horribles, lo sé

El peli-naranja frunció el entrecejo mientras negaba efusivamente con la cabeza

-Para nada, son bastante lindas de echo

Eso tomo por sorpresa al contrario, nunca había escuchado algo similar de otra persona que no fuera su madre, le sonrió con un ligero sonrojo en sus mejillas

-Gracias, supongo umm...

-Hinata, mi nombre es Hinata Shõyo

-Gracias Hinata, yo soy Yamaguchi Tadashi, es un gusto conocerte

-Lo mismo digo Yamaguchi

Ambos sonrieron, eran de esas sonrisas amigables que podían iluminar todo Japón, realmente eran lindas

Hinata había olvidado al chico aterrador de la entrada, eso fue hasta que una mano se posó sobre su hombro, sacándolo de la buena atmósfera que se había formado alrededor de ambos solecitos, miro al propietario de esta y Yamaguchi podía apostar que su nuevo amigo había dejado de respirar

-Hinata, ¿te encuentras bien? -- Pregunto preocupado el pecoso

-Chicos sino se apresuran llegarán tarde a su primera clase -- detrás del castaño apareció el albino de sonrisa amigable y Hinata sintió que el alma le volvía al cuerpo

-Si, disculpen las molestias estábamos por entrar

Yamaguchi se disculpó y con las manos sobre los hombros del mas bajo lo obligó a caminar con él hacía los salones de primer año