ᴛᴡᴇɴᴛʏ ꜰᴏᴜʀ

112 11 3
                                        

76-27

Esos eran los numeros según el marcador improvisado que había hecho Sugawara, fue una derrota aplastante para ellos.

Iwaizumi, Lev y Osamu se encontraban tendidos en en suelo, Yamaguchi tenía las manos apoyadas en sus rodillas, recuperando el aire que había perdido al correr tanto, Tsukishima estaba sentado a su lado, haciendo lo mismo que el pecoso. Desde ya podían asegurar que no volverían a jugar en lo que les queda de vida.

-De verdad lo diré... Que bueno que juegan voleibol, porque de basquetbolistas se mueren de hambre.

-Suga, no seas tan malo con ellos, hicieron su mayor esfuerzo -- a pesar de sus palabras, el rubio reprimía una carcajada.

-Si te vas a burlar de nosotros al menos podrías disimular, Tsumu.

Las palabras de Osamu solo le dieron luz verde a su gemelo para burlarse del equipo improvisado, ganándose el odio eterno de Tsukishima.

-Matar es ilegal, Tsukishima.

-Ilegale mis hue...

-Vayamos a prepararnos para el siguiente juego.

Asahi los interrumpió mientras Kageyama empujaba al más alto para alejarlo del resto, lo entendía un poco, no era nada agradable perder y que te lo restregarán en la cara.

Mientras Tsukishima se relajaba, los demás ya estaban listos para empezar el set, Kageyama seria el armador, Miya jugaría de opuesto al armador, Suna y Kuroo compartían la posición de bloqueador central, ellos estarían intercambiando con Yaku, el libero, por último estaría Bokuto de atacante lateral o punta.

Sus rivales tomaron las posiciones que Oikawa les asigno, él seria el armador, Noya jugaría de libero, Murasakibara de bloqueador central, Himuro seria el otro bloqueador central, Furihata estaría de opuesto y Takao compartía posición con Bokuto.

El equipo que recibiría primero fue el de Oikawa, ya en sus lugares dió comienzo el partido con un poderoso saque de Kageyama, quien consiguió un punto directo, plantando una sonrisa de satisfacción en su rostro que fue admirada por cierto rubio.

-¿Te traigo un bote? -- preguntó Osamu.

-¿Eh? ¿Para que? -- la respuesta del rubio fue torpe, sin entender la insinuación del mayor.

-Se te cae la baba Tsukishima -- aclaro Yamaguchi.

-No es verdad -- sentenció avergonzado.

-Si es verdad.

-Que no.

-Que si -- Osamu supo que su pequeña discusión iba para largo, así que centró su atención en el partido. Ya encontraría algo para burlarse de su hermano.

-No.

-Si.

-No.

-Si.

-Dios, Yamaguchi, te digo que no.

-Y yo te digo que si.

-Mentira.

-Si pudieras ver tu cara de idiota, estarías de acuerdo conmigo.

Yamaguchi lo dijo con tanta naturalidad que dejo boquiabierto al rubio, pero al procesar sus propias palabras quedó igual que él.

-¿Que...?

-Perdón, no era mi intensión insultarte, solo... ¿Se me salio?

En vez de enojarse, el rubio soltó una carcajada, llamando la atención del resto y de Kageyama, que los miro con curiosidad. Tsukishima los ignoro dejando solo su atención en el pecoso.

-Mira que me sorprendiste, pero... ¿De verdad pongo esa cara?

-Sip, lo haces, si alguien no se ha dado cuenta que gustas de Kageyama es porque realmente es ciego.

-O estúpido -- ambos sonrieron.

-Ambas opciones son viables.

-Yamsi.

-¿Que pasa Sho?

-Ten.

Miro su mano, el peli-naranja había dejado unos chocolates y se había ido tan rápido como llegó.

-¿Gracias?

-¿Que fue lo que te dió?

Osamu se acercó por detrás viendo lo que sostenía, sonrío tomando uno de los chocolates y lo metió a su boca. Yamaguchi entrecerro los ojos en su dirección.

-Robar mis chocolates es un grave delito, pero lo dejaré pasar porque eres tú.

-Me encanta tener estos privilegios.

-Osamu alejate de mi hijo.

El grito de Oikawa se escuchó sobre los gritos de festejo del equipo de Atsumu y los demás, al parecer habían anotado otro punto. Por su lado, Osamu alejo sus manos del cuerpo del menor mientras gruñía por lo bajo.

-Si pusieras en el partido la atención que me pones a mi, ten por seguro que no estarían perdiendo.

-Cállese a la verga, nadie le preguntó.

-Uy, ya se enojó.

-Iwa-chan, deberías de estarme apoyando, o al menos pegale a ese teñido, esta corrompiendo a tu hijo.

-No creo que diga algo que Tad no haya escuchado ya.

-Aún así...

Oikawa fue callado por un balón, o más bien por el golpe que recibió.

-Perdón, Kawa.

-Es que no te callabas.

-Suna.

-No me disculparé por hacer algo que me moría por hacer ni aunque seas tu quien me lo pida, kita- san.

Después del golpe, siguieron el juego como si nada hubiera pasado, quedando como ganadores el equipo de Atsumu, quedando empatados una victoria y una derrota.

Claro que sin recalcar la paliza que les habían dado en la ronda de básquet.

Como no hubo ningún ganador, la apuesta que habían hecho quedo anulada, con la promesa de reunirse en otra ocasión para definir a un equipo como el triunfador supremo. Donde llevarían a mas personas, tal vez agregarían otra categoría para evitar otro posible empate.

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