ꜱɪxᴛᴇᴇɴ

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¿Estaba nervioso?

Si, demasiado si somos sinceros.

Es cierto que le pidió un consejo a Hinata, le dijo que los chocolates eran la solución, pero se le había escapado un pequeño, pequeñísimo detalle. Habían un montón de tipos de chocolate al igual que marcas, ¿Cómo mierda iba a saber cual era el favorito del pecoso?

Ahora estaba más seguro de que la estupidez se pegaba, porque el debió preguntar eso detalle antes de salir de casa, pero no, el señorito se emocionó y salió corriendo al super más cercano.

Gracias a su nula inteligencia del momento, ahora se encontraba fuera del colegio de Yamaguchi esperando a que saliera para darle su sorpresa, era una caja en donde había metido varias barras de chocolate de todo tipo se había encontrado en el super.

-¿Osamu- san? ¿Qué haces aquí?

-Pequitas, hola, ¿Cómo estas?

-Hola -- una sonrisa apareció en los labios del menor -- estoy muy bien, ¿ahora me dirás que hacías aquí?

-Yo también estoy bien, si tenías el pendiente.

-Hermano de Atsumu tenías que ser. Eres un dramático Miya, Dashi, no te juntes con la chusma. 

Una voz de sumaba a su conversación.

-Sugawara- san, que bueno verlo, Daichi ha preguntado por usted.

-¿Ahora eres el chico de los recados ahora? 

-Suga- chan, ¿desde cuando eres tan malo con tus menores?

-Desde que mal influencian a mis criaturas, acaso no te enteraste de lo que paso ayer, Tooru.

-Pero claro que me enteré de eso, me estoy lamentando por no haber ido con ellos -- hizo un puchero mientras seguía lamentándose.

-Ya cállate, Mierdakawa, tu voz es tan chillona que me taladra los oídos.

-Iwa- chan, si viniste. -- Oikawa se lanzó a sus brazos mientras el otro lo evitaba.

-No es como si me quedará otra opción.

-Tú siempre tan lindo, Iwa- chan.

-Ya como sea ¿por que querías que viniera?

-Si, sobre eso... Iwa- chan, quiero presentarte a nuestro hijo adoptivo -- Tooru tomo a Tadashi por los hombros y lo puso frente a Iwaizumi.

-¿Que pendejada estas diciendo ahora?

-Exactamente, Tooru, ¿que mierda estas diciendo?

-Holaaaaa, ¿que están haciendo?

Hinata llegó interrumpiendo el tenso ambiente que se estaba formando.

-¡HEY, HEY, HEY! ¿Como están todos? Uuhhhh, mira Akaashi, ahí está nuestro hijo.

-¿Su que cosa de quien?

-Se le están yendo los polluelos a Suga- chan.

-Tu callate maldito gato vago, nadie te hablo.

-Yo vine a darle apoyo moral a mi Bro. -- palmeo el hombro de Bokuto con una sonrisa ladina.

-Ay ajá, sólo quieres ver el mundo arder, Kuroo.

Daichi llegó con ellos junto a dos adolescentes detrás de él.

-Kageyama, Tsukishima, es bueno volverlos a ver, ¿llegaron bien a casa anoche?

-Si, llegamos bien, gracias por tu preocupación, Akaashi- san.

-Les están quitando a otro de tus polluelos, Suga.

-¿Sus que?

-También son tuyos, Daichi, venía en las letras pequeñas del contrato.

-¿Que contrato?

-El que firmaste cuando comenzaste a salir conmigo, obviamente.

Definitivamente eso no lo veía venir.

-¿Quienes son tus polluelos, Suga?

-Kageyama, Tsukishima, Hinata y Yamaguchi.

-Lamento romper tu burbuja pero Tada- chan es mío.

-¡No!

-Si, ya firmamos los papeles de adopción, no puedes hacer nada al respecto.

-¿Cuales papeles? Tadashi, firmaste algo de que te diera este estúpido?

Todos voltearon al lugar donde, se suponía, debía estar Yamaguchi, pero grande fue su sorpresa al no verlo ahí.

-Maldito seas, Miya. -- se escuchó el grito del peli-plata y el castaño. Se encargarían de matarlo.

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