Rivales

ᴇʟᴇᴠᴇɴ

Después de la pregunta de Hinata para romper el hielo, Atsumu se acercó a él con una sonrisa para iniciar una conversación decente.

-Deja de matar a tu hermano, sólo están conversando, Miya- san. no tienes de que preocuparte, a menos que trate de pasarse de listo, ahí si que meteré y te dejare sin sobrinos. -- no podía tomar la amenaza del menor como una amenaza cuando tenia esa cara tan tierna.

-Puedes golpearlo de una vez si así lo deseas, pero no creo que quiera tener hijos realmente. -- ambos miraron al par que caminaba delante de ellos y se rieron por las estupideces que alcanzaban a escuchar. 

-Esos dos, coquetear no es su fuerte. -- se siguieron burlando. 

-¿Y el tuyo? -- pregunto el peli-gris con tono coqueto haciendo que el menor se sonrojara. 

-Tampoco es mi fuerte pero la diferencia es que yo prefiero  ahorrarme la vergüenza, aunque por ti haría un intento -- le guiño el ojo y siguió caminando dejando a un Osamu sonrojado, en realidad no esperaba que le respondiera.

La risa de Yamaguchi lo saco de su shock y corrió hasta llegar a su lado nuevamente.

-Así que el coqueteo tampoco es su fuerte, Miya- san.

-Tengo que aceptar que me tomaste por sorpresa, peeeero se coquetear.

-Ajá, claro que si, lo acabo de comprobar.

Su voz sonaba burlona, al igual que sus expresiones.

-Lo decía enserio, pequitas.

-¿Pequitas? ¿No se te ocurrió algún otro apodo?

-De echo se me ocurrieron muchos, pero es el que más me gustó para ti. 

-¿Y por que precisamente ese?

-Porque tus pequitas son hermosas, parecen estrellitas y me gustaron.

Las mejillas de Yamaguchi se encendieron, haciendo resaltar su pecas y Osamu sonrió al verlas.

-Eres la segunda persona además de mi mamá que me ha dicho eso.

-¿Y quien me robó el primer puesto?

Lo pregunto con una sonrisa burlona, aunque en el interior si le interesaba saber la respuesta. El peli-verde sonrió y señaló con la cabeza al peli-naranja frente a el haciendo que Osamu soltara un suspiro.

-Y yo pensando que debía preocuparme.

Yamaguchi rio mientras negaba con la cabeza.

-Realmente no tienes competencia, Miya- san.

El menor comenzaba a seguir su juego

-¿Quien dice?

-Yo

-Eso no vale, pequitas, seguramente tienes muchos detrás de ti pero no te das cuenta, por ejemplo, yo.

-No es que no me de cuenta, es que decido ignorarte.

-Auch, Yamaguchi, eres muy cruel, y yo pensando que eras a tierno, esa carita de ángel es para aparentar.

Ni siquiera sabían de donde había salido la confianza para hablar de esa manera con el otro, principalmente Yamaguchi, le había costado un mundo poder entablar una conversación con Hinata sin ponerse nervioso, pero ahí estaba, platicando con Osamu como si se conocieran de hace tiempo y no sólo eso, sino que estaban bromeando y "coqueteando" sin ser un manojo de nervios. Eso era un avance y uno muy grande.

Se sentía cómodo con el, era extraño pero le gustaba la sensación de paz que le transmitía ese chico.