Ariadna ha sido siempre la novia incondicional: capaz de sacrificarse a ella misma si es necesario. Después de todo, eso es lo que hacen las personas en una relación, ¿cierto?
Pues ella descubrió de la peor manera que a veces ofrecer tu corazón no e...
—Ariadna, quiero que veas algo en lo que he estado trabajando desde hace tiempo- me dijo Mikael.
¿Qué sería?
Entonces me pido que le diera espacio; por lo que me levante y me hice un poco para atrás.
No podía ser cierto.
Y sin esperarlo, Mikael se movió y estiro un brazo hacia un sillón que estaba cercano a su cama.
No podía ser cierto...
¿Cómo no lo había notado?
Seguido de su brazo, con el otro se ayudó y bajo sus pies. Después e increíblemente se puso de pie.
No podía creerlo, ¡ya era capaz de hacerlo!
Pero no era todo, vi que tomó aire y se soltó.
Estaba sorprendida.
Y feliz.
Una lagrima cayó por mi mejilla.
Estaba tan feliz: ¡Mikael ya se podía poner de pie!
Y seguro pronto ya caminaría.
Eso lo haría muy feliz, podría recuperar su vida y ser el Mikael de siempre; él exitoso, el amable... el de siempre.
—Oh Mikael- le dije —eres maravilloso...
Sentí que un nudo en la garganta se quería formar, pero trataba de resistir.
Era un momento muy dichoso, no había cabida para lágrimas.
Entonces, él se sentó y yo le ayudé a acomodar sus pies.
Seguido de eso tome asiento a su lado. Estaba tan feliz, que sentía que mi pecho iba a explotar de dicha; Mikael se movió un poco, y pude notar que se acercó a mí.
Eso no lo había esperado, y menos que tomará mi mejilla con su mano.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No, tú eres maravillosa Ariadna- sus ojos me veían de una manera que hace mucho no me miraban... yo rogué interiormente para que se alejara.
Me sentía como una conejo acorralado por el cazador.
Mis sentimientos por Mikael eran confusos, la verdad es que ya hace tiempo que trataba de negarlo; me decía que solo estaba con él por amistad, pero aquella sensación en el estómago ya la conocía... aquellos nervios porque fuera miércoles... y luego jueves...no entendía que era lo que me ocurría, pero con él tan cerca sabía que no podría controlarme.
Sin embargo el siguió, y se acercó más a mí, a escasos centímetros de mi rostro.
—No sabes cuan increíble eres... tú, tú hiciste posible que esto sucediera. Tú me disté ánimos de nuevo... tú estuviste y aguantaste mi mal genio... tú me llevaste a el hospital y estuviste ahí conmigo cuando todos se fueron... tú y solo tú... si alguien es maravilloso... esa eres tú...