Capítulo 45. Nuestro final es mi inicio

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—No puedes hacerlo Ariadna, ¿sabes lo que esto quiere decir? Estas básicamente huyendo a los brazos de otro hombre.

—Mikael, por favor... él me necesita. Debo ir...

—No puedes tener todo lo que quieras en esta vida, tienes que tomar una decisión Ariadna: ¿él o yo? Si te vas, asumiré que lo nuestro se terminó y que lo elegiste a él.

—No hagas esto, Mikael...

La mujer que amaba estaba a punto de irse con otro; fuera cual fuera la excusa eso significaba que aquel hombre le importaba mucho. Sin embargo, era el momento de definir a quién realmente prefería.

Mientras esperaba una respuesta, lucia inamovible y observaba como una lagrima caía por la mejilla de Ariadna. Le dolía ver que estuviera sufriendo, pero él también lo hacia y tenia que entender que no podía irse con Oliver y seguir teniéndolo atado a ella.

Mikael estaba casi seguro que terminaría eligiéndolo a él, después de todo: ¿no fue aquel sujeto quien se rindió tan fácil? Por supuesto, ella debía terminar por quedarse al final a su lado.

No había manera de que decidiera irse para Alemania.

—Lo siento, de verdad.

Al principio no comprendido el significado de sus palabras, y cuando ella se movió pensó que era para regresar la maleta a su habitación... sin embargo, fue para dirigirse hacia la puerta.

Todo lo que paso después le pareció como si fuera parte de una película, como si no lo estuviera viviendo él; Ariadna salió por la puerta junto con el empleado de Oliver, y tras cerrarla se escuchó arrancar un auto.

Tuvo que quedarse unos cuantos minutos procesando aquello.

Se había ido: Ariadna se había ido con ese tipo.

Lo eligió a él en su lugar.

—Mikael, ¿estas bien...

Las lagrimas comenzaron a caer de repente y tuvo que sentarse para no caer al piso; estaba seguro de que se quedaría, de que pondría en perspectiva su relación con ambos y que al final dejaría a ese tipo con sus problemas... pero se fue con él, eligió ir a buscarlo aunque fue él mismo quien acepto su ruptura y no volvió a buscarla.

¡Por favor! Fue ese bastardo quien le puso trabas para que continuara con su firma, y uso trucos sucios para quedarse con ella... ahora... ahora todo estaba saliendo bien para él.

—¿Por qué él?, ¿Qué tiene él que yo no? - preguntaba con rencor mientras se cubría el rostro con las manos.

—Mikael, tranquilízate...- decía Greta mirando preocupada la escena — él... él tiene muchas cosas que pueden impresionar a cualquier mujer. Pero tu eres una mejor persona, eres más valioso... créeme.

—Y si soy tan bueno, ¿Por qué lo eligió a él? -inquirió amargamente — ¿Qué tengo que hacer para que deje todo por mi como lo hizo por él?

Greta se quedo parada frente a él, mirándolo con algo de pena y tras su falta de respuesta decidió hacer algo al respecto: algo para quitarse aquel dolor.

Por eso mismo, se levanto y camino hacia puerta:

—¿A dónde vas? - pregunto la amiga de Ariadna.

—Por algo que me haga olvidar este dolor- anuncio y tras dudarlo por un momento, agrego —¿vienes?

Greta asintió y apresurándose llego hasta dónde él.








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