Laura es extremadamente encantadora. Los gestos que hace cuando piensa que nadie la ve, pero mis ojos siempre están donde ella este. Su sonrisa sincera e inocente, como si todos fueran igual que ella de puros, pero yo no soy así. Las ganas de enterrarla a mi lado me ganan, pero sé que si la arrastro conmigo terminare por ensuciarla y aun sabiendo eso no deseo dejarla.
-Vamos te llevare a la residencia – ella me sonrió como si todo lo que saliera de mi boca le encantara y así me hacía caer más bajo - ¿Qué te parece si recoges tus cosas y en la tarde te recojo para que vallamos juntos al apartamento?
-Me parece bien – volvió a sonreír y tuve que usar todo mi autocontrol para no saltar y besarla hasta que el aire nos faltara.
Exactamente hicimos lo acordado y la lleve a su residencia, la vista exterior era horrible, parecía desolado y pobre, nada comparado con lo que una chica como ella merece. Por un momento me pregunte como había estado viviendo hasta ahora. Estaba completamente seguro que solo hubiese vendido su virginidad si estuviese en una situación tan precaria como esta.
Era una chica fuerte y amaba esa característica de su personalidad. Amo que, aunque se ve que ha pasado por momentos difíciles no ha dejado de sonreír, ve el lado positivo de todo y no teme decir lo que siente. Es tan valiente y justa que no me perdonaría hacerla caer tan bajo como estoy. Tan llena de sangre y con una conciencia incapaz de contar cuantas balas he disparado.
Al bajar del auto me beso rápido, solo fue un simple beso como si fuéramos niños que no acababan de joderse tan bien como lo habíamos hecho, y eso me saco una sonrisa. Su inocencia era algo que no podía permitirme joder.
- ¿Dónde estás? – solté nada más me tomaron la llamada.
- Con los rusos – hablo Jimin en tono serio y fue suficiente para hacerme saber que algo estaba saliendo mal.
-Enseguida estoy contigo – colgué y me dirigí a las afueras de la ciudad. La carretera se me hacía eterna mientras aceleraba ansioso. Los rusos eran hombres fuertes e impulsivos, no conocían el significado de miedo, unos jodidos kamikazes.
Temía por Jimin, era un chico bastante diferente a mí y uno de mis mejores amigos, una debilidad. Le gustaba dialogar más de lo necesario y era un ahorrador de balas de primera. Prefería que se hubiese quedado conmigo en Corea, donde pudiera protegerlo, pero no había nadie más bueno que el en la negociación de armamento.
Namjoon y Hoseok eran extremadamente despiadados, los mejores guardaespaldas que podría tener jamás, pero eran vengativos y arrogantes, no les gustaba hablar mucho y preferían dejar una bala en tu cerebro antes que ayudarte a entender un punto de vista diferente. Malos a la hora de negociar.
Jungkook era inexperto, le gustaba jugar a los videojuegos y era el mejor hacker que se pudiera pedir, también un excelente amigo. Hubiese preferido que se quedara en su cuarto rodeados de computadoras mientras se filtraba en cualquier lugar y sacaba información o destruía cualquier sistema, pero el decidió salir y hacerse más fuerte, quería trabajar directamente con el personal y matar un poco de personas que se habían burlado de él cuando era un don nadie. Muy valiente y decidido a proteger a sus amigos, pero extremadamente inexperto, no sabía cuándo era el momento adecuado para sacar una lengua.
Seok era mi mayor y mi mano derecha, él era un tipo meticuloso y a la vez extravagante, era capaz de matar al menor descuido, pero también era una madre protectora que haría cualquier cosa con tal de protegernos, sabía todo lo que se movía y era el único capaz de entrar a despertarme en las mañanas. Era una tumba segura, no habla de nada con nadie. Alguien completamente confiable.
Por otro lado, estaba Taehyung, el más loco de todos. No le importaba su vida ni un poco, solo quería arriesgarse cada vez más, la adrenalina era lo suyo. Fue el único que se brindó para infiltrarse en una de las familias más peligrosas de todas nuestras enemigas. Enamoro como un completo experto a la hija mayor de los Kim, se metió hasta en sus huesos y la corrompió. La chica se convirtió en una marioneta en sus manos y gracias a ella sabíamos todo lo que ocurría en la casa del enemigo. Nadie podía resistirse a V, ni hombres ni mujeres eran capaces de ignorarlo cuando entraba en acción, un jodido y sexy demente.
Llegue al lugar y baje rápidamente para encontrarme a Hoseok parado en la puerta esperándome pacientemente. Solo hizo falta mirarlo para saber lo que estaba ocurriendo. Abrió la puerta para encontrarme con un alto rubio apuntándole a la cabeza a mi amigo, quien tenía una mirada indiferente, pero sabía que en el fondo temía decepcionarme. Ante que todos pudieran girar sus cabezas ante mí, saque mi arma y le dispare directamente en el entrecejo haciendo que su cuerpo cayera hacia atrás y la sangre salpicara la cara de Jimin. Un segundo después tenía cinco pistolas apuntándome directamente.
-Bajen las armas si no quieren morir – hablo el viejo que aún seguía sentado muy relajado y todos sus hombres hicieron lo ordenado como si fuesen marionetas programadas – Buenas tardes, Min – inclino la cabeza e hice una reverencia antes de sentarme frente a él.
- Buenas tardes Dmitry – en ese mismo instante una chica que exhibía más de lo que ocultaba me trajo un vaso de vodka y di un sorbo para demostrar mi confianza.
-Ese era uno de mis mejores hombres – su viejo rostro arrugado hizo una mueca mientras miraba al cadáver que sangraba aun por su orificio en la cabeza.
-En mi defensa, estaba apuntando a mi hermano – le regale una sonrisa torcida y el asintió, pero aun sabía que esta muerte me costaría caro.
-Me debes un hombre – hablo bajo peri aun así todos lo escuchamos.
-Tú me debes un cargamento – seguí bebiendo tratando de restarle importancia a su comentario.
-Tuve retrasos este mes, los jodidos japoneses me tendieron una emboscada.
-Lo sé, me informaron – con una señal Jimin me dio la carpeta de papeles que sostenía – Te daré un mes más y no te preocupes por los japoneses yo mismo me encargare de ellos en dos días.
- ¿Se atrevieron a pisar tu territorio?
- Como ves son más estúpidos de lo que creía – el soltó una carcajada y yo permití entregarle los papeles del intercambio.
-Un placer hacer negocios contigo – se levantó y junto con él lo hice yo. Apretamos nuestras manos en acuerdo y asentí estando de acuerdo – Lo limpiaremos nosotros ya que fue nuestra culpa – comento refiriéndose al hombre muerto en la sala.
-Gracias – fue lo único que dije para luego verlos alejarse y poder relajarme en el asiento con mi bebida.
- Lo siento Hyung – la voz baja de Jimin se aclaró en el silencio.
-No tienes por qué sentirlo, hiciste un buen trabajo, Dmitry solo quería verme por eso te amenazó.
- ¿Qué haremos ahora? – se sentó Hoseok junto al rubio.
-Yo disfrutare los dos días que me quedan aquí mientras ustedes se hacen cargo de todo- les sonreí y ellos negaron con la cabeza.
- ¿Has pensado en formar una vía de escape para Yang Mi? – pregunto Hoseok y sabía que todos estaban pensando en lo mismo.
-No quiero hacerlo.
-Pero debes pensar en eso, esta chica es fuerte y decidida, quizás carezca de ambición, pero es algo fácil de arreglar – esta vez fue Jimin quien hablo.
-No y no se hable más del tema – me levante no sin antes tragar todo el licor del vaso – Me iré primero y ustedes a sus respectivas obligaciones.
Sabía que estaban en lo cierto, tenía que comenzar a buscar una vía de escape para mi hermana, no podía dejarla arruinar su vida como me paso con la mía, pero aún tengo algo de tiempo. Con una viuda negra es suficiente.
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Adiós Virginidad !!!
Fanfiction-Entonces vende tu jodida virginidad, es lo único que tienes - se mofo mi amigo ganándose una patada por parte de Ana. -Eres tonto ¿verdad? - contrataco la rubia, pero en mi mente se encendió un pequeño bombillo. - ¿Eso se puede hacer? - pregunte y...