Capítulo 22

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Con solo un descanso de máximo unos 20 minutos donde me beso tiernamente y sus manos recorrían mi cuerpo desnudo y agotado como si hubiese corrido una maratón, donde palabras de amor salían de su boca, donde mi respiración tardo en establecerse, pero prontamente volvió a tornarse irregular y apresurada.

-Te he dicho que te extrañe tantas veces y ninguna palabra a salido de tu boca – dos de sus dedos entraron en mi húmeda y recién usada vagina haciendo que aguantara la respiración ante tal sorpresa – Eres realmente malvada, porque siento que nada más hay deseo por mí, ni un poco de amor.

- ¡Agh! – aunque quería refutar sus palabras de mi boca solo salió un gemido agudo interrumpiendo mi línea de pensamientos en donde tenía muchas cosas hermosas y románicas que decirle, pero no tuve tiempo suficiente.

-Estoy siendo agraviado – mis piernas se abrieron inconscientemente para darle más espacio a su traviesa mano – Te acabas de venir un sinnúmero de veces y aun estas tan dispuesta, me alagas.

- ¡Mmg! – su lengua se posicionó en mi sobre estimulado clítoris haciéndome incapaz de responder - ¡Ahh!

-Eres insaciable mi pequeña – junto a sus palabras broto de mi garganta un jadeo lastimero al sentir como sus dedos abandonaban mi interior y de un rápido movimiento me sujeto encima de él – Ayuda a tu hombre – su pene erecto y secrétante de líquido pre seminal se encontraba cara a cara conmigo, pero lo más vergonzoso de la posición es que en cuanto me inclinara para tomarlo en mi boca mi empinado trasero quedaría justo en su cara.

-No puedo hacerlo es demasiado vergonzoso – pero mis palabras fueron solo murmullos en sus oídos y de otro ágil movimiento sentí como mi trasero abarcaba toda su cara como si estuviera sentada encima de ella – Yoongi ¡No! – y fue demasiado tarde ya que su lengua me arrebato los reclamos y rechazos dejando solo el placentero estimulo - ¡Mmg! – al sentirlo tan apasionado y a la vez airado no me contuve por más tiempo inclinándome aún más y devorando su enorme pene, llena de anhelo y deseo porque por más vergonzoso que fuese seguía deseándolo tanto o incluso más que nuestra primera noche juntos.

-Te encanta y no puedes negarlo simplemente mírate toda mojada – sus palabras enviaban una magnifica vibración por mi clítoris recorriendo mi columna vertebral y dejando que mis gemidos y jadeos se ahogaran en su extensión que se hallaba tan dentro de mi boca. Eso solo hizo que mi deseo creciera y comencé a chupar con más ansias tratando de seguir el ritmo que él había establecido en mi zona erógena, sus gruñidos habían comenzado a sonar por toda la habitación y por mi parte eso solo me calentaba aún más hasta que sentí como su dedo travieso empujaba suavemente en mi pequeño agujero.

- ¡Por favor! ¡No! – pedí sacando su pene de mi boca y tratando de girarme para ver su cara, pero me fue imposible ya que mi amplio trasero parecía tragarse todo su bello rostro solo dejándome ver las amplias manos blancas que sujetaban mi generoso culo y lo mantenían en la posición que él deseaba ¡Valla vista más erótica!

-Probemos cosas nuevas, pequeña, estoy seguro que pedirás mas en el futuro – su sonrisa podía imaginarla y simplemente me deje hacer mientras volvía a mi función de succionar ese apetitoso miembro delante de mí.

Su lengua no paraba de lamer toda mi vulva siendo realmente una profesional, sin detenerse demasiado tiempo en un lugar y sin olvidar otros, uno de sus dedos estaba moviéndose armonioso dentro de mi humedad mientras que otro iba despacio por aquel apretado orificio. Sin miedo me permití degustar esta nueva sensación y relajé mi cuerpo mientras disfrutaba de su atento trato. Con el paso de los minutos sentía como dos de sus dedos entraban completamente en ese apretado agujero, ya su lengua no lamia ni había atención en mi vagina dejándome con muchas ganas, pero podía sentir su caliente mirada en esa parte que se estiraba mientras lo sentía abrirme y dilatarme sin prisa.

-Vamos a intentarlo – dijo para lentamente posicionarme en cuatro y sentirlo escupir en esa área tratando su saliva como un lubricante natural, yo esperaba expectante con ganas de sentir lo que tenía para brindar. Su pene comenzó un lento masaje presionando de a poco y a los pocos minutos no pude más.

- ¡Duele! – grite tratando de sacar su pene de allí, pero mis caderas estaban fuertemente aprisionadas impidiendo mi escape, sabía que ni la mitad de su pene se encontraba dentro y si no podía sostenerlo ahora no sabía que sería de mi cuando estuviese todo dentro.

-Mi pequeña ¿eres consciente de que este cuarto está insonorizado – antes de poder responder sentí como de una sola estocada entraba en mi sacándome un grito de dolor – Ya está, pequeña, todo dentro de este apretado culito – no podía hablar solo tenía ganas de sacarlo de mí y tomar la pistola debajo de la cama para pegarle dos tiros en su hermoso miembro, aunque después sufriéramos los dos, pero sabía que si me movía me dolería - ¡Esta tan apretado! ¡Parece que está hecho justo para mí!

-No está hecho para ti cuando duele tanto – proteste y lo sentí reprimir su risa, pero aun así su cuerpo vibró delatándolo - ¡Agh! – después de pocos minutos lo sentí moverse lentamente y fue un detonante en mi sistema nervioso. El placer recorrió mi cuerpo haciéndome incapaz de resistirme a gemir y sintiendo como la rigidez que antes me había llenado ahora desaparecía volviéndome flácida y esperando más.

-Lo sabia

- ¡Mas! ¡Por favor! – grite y sus estocadas comenzaron a acelerar dejándome mareada de placer. Sus movimientos eran rápidos y sin control y podía sentir como le gustaba sentir el apretado camino, sus gruñidos se hicieron más audibles y sus manos se aferraban a mi cintura con más fuerza dejando unas marcas que mañana serian visibles.

- ¿Quieres más? – gemí en respuesta sintiendo como mis brazos comenzaban a estar débiles - ¿Qué te parece usarlo? – sus movimientos se detuvieron y me giré para observarlo sostener mi vibrador. Una sonrisa alumbro mi rostro y rápidamente asentí viendo como su rostro se ennegrecía con una sonrisa diabólica.

Lo siguiente fue quizás demasiado para mí. Sus estocadas fuertes perforando mi agujero estrecho mientras el vibrador hacía de las suyas torturando mi vagina y llevándome al orgasmo en menos de nada. Sentía que perdía la conciencia mientras mi garganta seca no paraba de emitir gemidos llenos de satisfacción. Lo sentí gruñir lleno de deseo y como aceleraba sus movimientos dejándome casi al punto de la locura.

Era demasiado para mi sentir mis dos orificios llenos, como si no hubiera espacio para nada más que para la lujuria y el placer, dejando de lado todo lo racional y volviéndome un animal de instintos, de hecho, no recuerdo cuantas veces llegue solo sentí cuando su semen caliente lleno mi culo y mi cuerpo perdió toda fuerza cayendo a la cama sin poder controlar mi respiración.

-Prometí que te divertirías ¿o no? – le sonreí sin poder y lo sentí carcajear antes de abrazarme y quedarme poco a poco dormida.

-Te amo

-Lo sé – fue su respuesta – Solo a ti mi pequeña.



Vayan a mi perfil a buscar la encuesta que hice porque pienso comenzar esta semana con las otras dos historias a las que le tengo mucha fe. Ya veran mis manimanis.

Adiós Virginidad !!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora