Capítulo 15

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Lejos de sentirme feliz me estaba sintiendo como un jodido imbécil. Cuando pensaba que mi habilidad para joder todo lo que toco se estaba esfumando tenía que ver su hermosa sonrisa. Estaba a punto de joderla, al ver sus ojos iluminados solo por apreciar el pacifico océano, mi pecho se apretaba hasta sentirme a punto de la asfixia.

- ¡Es lo más hermoso que he visto! ¡Tan espléndido! – hablaba mientras caminábamos de la mano junto al agua salada.

- Deberíamos entrar y descansar – sabía que estaba cansada, pero ella insistió en ver el mar antes de ingresar a la cabaña que había alquilado.

-Bueno – me sonrió y sentí que mi hielo se calentaba al punto de ser mortal.

Caminamos de regreso y yo solo temía que llegara el momento de la conversación que ella ansiaba y yo evitaba a propósito. Los chicos seguían explorando todo el lugar en busca de cualquier pista que avisara que nos estaban siguiendo.

Como contarle lo locas que fueron las semanas que estuve ausente. Como decirle que en cuanto aterrice en Corea tenía una pistola apuntando mi frente y que casi no puedo volver a verla nunca más, aunque hubiese sido mejor para ella.

Traer de vuelta a mi amigo me costó la unión de ese clan y los jodidos japoneses incrementando así el poder de ambos enemigos y aunque tenía en mi poder varias salidas para arruinarlos tenía que pensar con calma lo que haría a continuación. Si decidía hundir a los japoneses su suporte en mi país atacaría y si rompía ese soporte pues los estúpidos rusos y mis mayores aliados se verían perjudicados junto a mi mercancía. Era un bucle infinito y tenía que encontrar una salida urgente antes de que se fortalecieran más.

-Min estamos limpios – estaba sentado en la enorme terraza mientras Laura dormía en la habitación.

-Perfecto – fue lo único que dije y se sentó a mi lado.

-Lamento ser una carga justo ahora.

-No hables mierda. No me arrepiento de absolutamente nada además la idea de infiltrar a alguien allí fue sola mía justo como la responsabilidad de que salieras con vida.

-Las mujeres son una debilidad – comento llenando mi vaso de whisky y llenando uno para él – No deberías seguir con esto si no tienes planeado prepararla.

-Lo sé, tengo más debilidades que vidas – me refería a ellos – Aun así, no sé qué hacer al respecto se me metió en la piel y es jodidamente rico y peligroso a la vez.

-No crees que debas retirarte – hablo Namjoon sentándose con nosotros – Si la dejas sufrirá solo un poco comparado de cuando se entere a que te dedicas.

-Veré que hacer en estos días – suspire y ellos callaron entendiendo que no estaba de ánimo para hablar de eso.

-Jimin llamo mientras estabas en la playa dice que tiene un nuevo inversionista – le mire pidiendo más detalles – Los antiguos enemigos de los japoneses – mis ojos brillaron y una sonrisa fría se formó en mi cara.

-El enemigo de mi enemigo es mi amigo – ellos sonrieron y saque mi teléfono antes de llamar al rubio - ¡Eres brillante! – lo elogie y lo sentí reír.

-Costo un poco de trabajo, pero están decididos a derrumbarlos de una sola estocada, estos estúpidos japoneses le están haciendo la guerra a los colombianos.

-Nos viene perfecto, mientras tengamos aliados en Alemania y México tenemos en nuestras manos a Sur América y mitad de Europa – mi estado de ánimo subió hasta la cima – Solo necesito que pidas una cita con ellos para la semana que viene.

-Tome ese trabajo adelantado – asentí aun si no podía verme – La cita es para el viernes a las dos de la mañana, quieren que sea en territorio neutro. Me pidieron que elija el lugar.

Adiós Virginidad !!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora