Capítulo 21

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Sin esperar a que hablara su boca atrapo la mía en un beso lleno de deseo y entrega, su húmeda lengua hambrienta recorrió mi cavidad dejándome sin aire y sintiendo como mis piernas se ablandaban ante el contacto que tanto había ansiado. Estaba sumergida en aquel apasionado beso que no note cuando los pasos me llevaron a la habitación, solo podía sentirlo caminar indicándome el camino y cerrando la puerta detrás de él.

-He estado deseándote desde el momento en que partí – sus manos hábiles recorrían mi cuerpo apretando en los lugares indicados y sacándome jadeos lastimeros de completa necesidad – Mientras estaba fuera lo único que clamaba mi ansiedad era observarte por cámara – al escucharlo levante la cabeza sorprendida y el carcajeo ante mi cara – Acaso no sabía que en esta habitación hay cámaras de seguridad, de hecho, hay en toda la mansión.

- ¡Oh por dios! – fue lo único que pude decir y rápidamente tape mi cara con mis manos tratando de desaparecer ante mi vergüenza.

-Así es, pude verte entrenando varias veces, te vi comer, te vi bañarte – hizo una pausa alargando mi miseria y riendo ante mi vergüenza, luego sostuvo mis manos y revelo mi cara acalorada – También pude verte mientras te masturbabas y gritabas mi nombre sin vergüenza alguna, así que no entiendo porque ahora te sientes tan tímida.

-No se supone que supieras algo así – el carcajeo y yo solo sentí mi cara calentarse aún más si es que era posible.

- ¿Cómo podría no enterarme de eso? ¿Te olvidaste que le pediste un vibrador a Seok? El no solo es mi mano derecha también es mi mejor amigo, es obvio que iba a saber lo necesitada que estabas sin mí para satisfacer esta lascivia tuya – cada una de sus palabras eran una flecha llena de lujuria que a pesar de la vergüenza me llenaba de la necesidad contenida que aquel juguete no podía saciar del todo. En menos de nada estaba sentada en la cama con el arrodillado en frente de mi mientras me quitaba los tacones y hablaba sin tapujos – Eres una chica llena de hormonas locas y deseos sin saciar así que mientras te veía tocarte y buscar la liberación, me prometí a mí mismo llenarte en cuanto llegara y no dejarte levantarte de la cama en unos días.

- Por lo menos valió la pena que me vieras si vas a venir a mi tan lleno de deseo como lo estoy yo – el levanto su cabeza ante mi comentario y me regalo una de esas sonrisas ladinas llenas de lujuria.

- Era muy divertido tocarme mientras te veía – su mano subió por mi pierna hasta entrar a mi vestido y subir sin detenerse hasta apretar la parte interna de mi muslo sacándome un pequeño gemido seductor – Pero la verdad es que dolía no poder tenerte enfrente y descargar mis ansias en ti.

Esas fueron sus últimas palabras y justo cuando intente abrir mi boca para decirle algunas palabras lascivas, su beso me ataco lleno de un salvaje deseo contenido. Su mano traviesa acariciaba mi vagina sobre la ropa interior levantando mi vestido y revelando su acto carnal. Por mi parte no podía pensar con claridad solo lo quería sentir dentro sin necesidad de tantas formalidades ni calentamientos innecesarios ya que sentía como mi humedad aumentaba solo de sentir su lengua juguetona envuelta en la mía causando miles de sensaciones indescriptibles y llenándome de más necesidad.

- ¡Entra ya! No hace falta más ... solo te necesito dentro y ya – mis palabras calaron dentro de él y con fuerza y sin miramientos me levanto dándome la vuelta y dejándome con el culo alzado dándole una gran vista.

-Ya que estas tan ansiosa no me contendré más – con sus palabras bajo rápidamente mi tanga de encaje dejándome con el trasero al aire sintiendo la briza del aire acondicionado golpearme en ese lugar. Con mi vestido subido hasta mi cintura y esa zona desnuda. Lo sentí deshacerse de su pantalón y no pude evitar mirar hacia atrás para ver su gran miembro completamente erecto apuntando mi zona húmeda y llena de necesidad - ¿Lo quieres? – hablo mientras sostenía su miembro y me acariciaba con él sin entrar, torturándome en el acto y sacándome varios gemidos lastimeros.

- ¡Si! ¡Lo quiero ahora!

- ¡Tan exigente! ¡Esa es mi chica lasciva!

Sin detenerse por más rodeos sentí como su miembro se abría paso por mi apretada y húmeda vagina llenándome y haciéndome gemir satisfecha. Entraba sin prisa como queriéndome recordad que ningún juguete iba a ser capaz de hacerme sentir lo que solo el causaba en mí. Sin dejar que entrara completamente salió sin previo aviso solo para darme una fuerte estocada dejando que todo su enorme miembro se abriera paso hasta el fondo y haciéndome gemir alto ante lo deseado. Mis piernas temblaban y sentía que todo mi cuerpo se erizaba ante tal acto de completo placer. Una corriente de electricidad recorrió mi columna vertebral llevando ese placer hasta mi cabeza y dejándome con los ojos nublados llena de placer y ansiando más.

- ¡Mas! ¡Por favor! ¡Más rápido! ¡Con fuerza!

- ¿Cuánto has deseado esto?

- ¡Por favor! – solo podía suplicar mientras el yacía dentro de mi sin moverse y solo eso me hacía sentir como la humedad de mi órgano comenzaba a bajar por mis muslos dándole a entender cuanto lo había necesitado.

Sin más que aguantar comenzó con los dulces movimientos que tanto ansiaba, eran fuertes y certeros mientras sus grandes y venosas manos aguantaban de mi cintura y bombeaba dentro de mi cada vez más fuerte y rápido. No podía parar de gemir y gritar perdiendo por completo mi vergüenza y sumergiéndome en el placer que tanto había extrañado. Como si fuera la primera vez que lo sentía tan adentro y tan fuerte y preciso. Como si no pudiera controlarse y solo quisiera estar cada vez más adentro con tanta urgencia.

Mis piernas comenzaron a temblar y sentí el cumulo de emociones en mi bajo vientre indicándome que perdería la batalla antes de siquiera los cinco minutos. No podía detener los gemidos que se estaban volviendo roncos debido a mi garganta seca, mi respiración acelerada y mis brazos débiles, todo dentro de mi estaba diciendo cuan cerca estaba el orgasmo y antes de siquiera poder hablar un gemido fuerte salió de mis labios en el mismo momento en que sentí como mi cuerpo se relajaba y mis fluidos salían de mi con prisa deslizándose por mis muslos y creando esos sonidos obscenos de choque con la humedad. Todo demasiado erótico, tanto que en menos de unos minutos sentí como mi cuerpo volvía a desgarrarme ante el nuevo orgasmo.

-Parece que era mucha la necesidad ¿verdad? – sentí su gruesa y ronca voz hablarme al oído, pero estaba demasiado débil para responder tras mi segundo orgasmo. Mi cuerpo no aguantaba más pero al contrario sus fuertes embestidas nunca cesaron incluso estaba convencida de que eran cada vez más rápidas tocando en mi punto dulce interior y haciéndome estremecer ante el inminente tercer orgasmo – Dámelo una vez más, pequeña, vamos – su voz fue el detonante final que arremetió con mi cumulo de emociones haciéndome estallar nuevamente y sentir como mi interior se llenaba a la misma vez de su esencia caliente, era mucho más que antes y eso solo logro excitarme aún más.Cuando lo sentí saliendo de mi lentamente, como reacio a separarse, solté un último jadeo de insatisfacción y el carcajeo feliz.

-Tranquila tenemos mucho tiempo para más y como prometí no te dejare caminar mañana.

Adiós Virginidad !!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora