Capítulo 11

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- ¡Por fin has llegado! Estaba a punto de llamarte – soltó mi amiga en cuanto abrió la puerta y me lance a su abrazo - ¿Qué te pasa? ¿Por qué me abrazas?

-Ahora no puedo abrazarte sin ningún motivo – le sonreí y ella negó con la cabeza mientras me abrazaba con fuerza – Estoy bien, no debes preocuparte en vano. He conocido a un hombre asombroso.

-Por favor, dime que no te enamoraste otra vez –negué con la cabeza, pero ella insistió – Recuerda lo que paso con Marcos, desde que lo viste juraste que era amor a primera vista y resulto ser un desgraciado que lo único que quería era sexo.

- No me recuerdes cosas desagradables cuando estoy tan feliz – la solté y camine a la diminuta cocina a tomar agua – Yoongi es diferente, si solo quisiera sexo no tendría que haber hecho todo lo que hizo.

- ¿Qué hizo? Te regalo un orgasmo que le costó un millón de pesos – la mire con mala cara y avance hasta mi cuarto seguida de ella.

- Pues para tu información le costó cinco millones y un apartamento – la mire en cuanto hable y la encontré con la boca abierta como una O.

-No te creo.

-Pues créeme, no solo fue súper gentil y apasionado, sino que me dio más de lo acordado – comencé a organizar las cajas de mudanza que ya tenía preparadas cuando pensé que tenía que abandonar la residencia.

-Nadie es tan generoso por nada ¿Qué es lo que quiere ahora?

-Lo hizo porque para él mi virginidad costaba más de lo que yo pensaba, no solo eso – hice una pausa dramática y ella se sentó en mi cama ansiosa.

-Ya dime – protesto y yo reí por verla tan chismosa.

-Hicimos un acuerdo por mi segunda y tercera vez – ella se lanzó de espalda a la cama y comenzó a pataletear como una niña eufórica – Me pidió que deseara lo que fuese que él me lo daría.

- Dime que no estas planeando pedirle que sea tu novio – le sonreí sin decir nada y ella grito enojada – Ese hombre tiene una vida fuera de tu burbuja romántica, tiene familia, trabajo e incluso vive fuera del país.

-Es coreano.

-Acaso escuchas lo que digo, él se ira y tú te quedaras llorando por los portales como una cría-

-Basta ya. Ana ¿Qué acaso no te alegras por mí? Te he contado cosas más importantes por lo que deberías estar feliz por mí y en cambio solo me regañas como si fueras mi madre – grite enojada y ella solo me escucho atenta – Me gusta, es un hombre hermoso y de buenos sentimientos. Es tan difícil querer ser feliz y encontrar el amor que nunca he tenido. Mis jodidos padres me abandonan, cuando logro tener una familia se mueren y ahora que quiero estar con una persona buena simplemente mi mejor amiga tiene que buscar un jodido defecto en todo lo que hace – termine de hablar y sentía mi cara roja de la ira, ella había bajado la cabeza sin decir nada.

-Solo me preocupo por ti – habló bajito luego de unos minutos en silencio.

-Lo sé y sabes que te amo, que eres mi hermana del alma y que nunca te abandonare, pero debes dejarme ser feliz ¿ok? – ella asintió levantando la cabeza y regalándome una sonrisa sincera – No te alejes de mi ni me regañes en vano, solo quiero que si sucede algo malo estés a mi lado y me consueles.

Se levantó con los ojos llenos de lágrimas y me abrazo fuerte, le devolví el abrazo sintiendo como volvíamos a estar en paz. Ana era mi mejor amiga desde hace dos años, siempre se ha comportado como una madre fiel y dedicada tratando de protegerme por sobre todas las cosas. Era mi única familia, la única persona en la que podía confiar ciegamente y la única que siempre necesitaba.

Adiós Virginidad !!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora