|14; El amanecer.

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Mateo.

—Ey, esto está re podrido. —se acercó a nosotros Manuel, quien arrastraba las palabras y venía con un vaso en su mano.

—Mal, ¿y si nos vamos? —cuestionó Nacho y todos asentimos, realmente estábamos todos aburridos porque no conocíamos a nadie y la música que estaban pasando era aburridísima; un bajón.

—Sí, rajemos. —habló Camilo y todos empezamos a caminar a la puerta, nunca estuvimos tan de acuerdo en algo.

Eran eso de las cuatro y media, pero nosotros ya nos estábamos yendo a la mierda, mayormente siempre somos a los que sacan a patadas porque no se quieren ir y hoy nos vamos solos. Seguro llueve hoy...

Nos fuimos a la casa de las Piozzi caminando porque estábamos muy al pedo, además íbamos cantando y gritando boludeces; nada mejor que las vueltas a casa con amigos.

—¿Qué hacen acá? —los miró confuso Daniel una vez que llegamos a casa, estaban los dos menores en el living.

—La idea era que no nos vieran jugando a la play. —avisó Emilio mientras seguía con su vista en la pantalla.

—Nosotros no vimos nada si no dicen que llegamos un poquito pasado de copas. —propuso Alfon y ellos la miraron dudosos.

—Trato. —respondieron los dos y siguieron jugando al fifa.

—¡Yo juego! —gritó Manu y se sentó a su lado, también se sumaron Valentín y Camilo.

—Yo me voy a dormir con Santi, mañana me avisan si hacemos algo. —avisó Ailen y supongo que Alfon también se iba a dormir porque salió atrás suyo.

Yo fui hasta la pieza a corroborar que mi hija estaba dormida pero no estaba, me empecé a asustar al ver que tampoco estaba con mi viejo.

—¡Me robaron la nena! ¡Me la van a matar! —grité desesperado y todos me miraron confusos, sus caras de no entender nada no tenía desperdicio. Pude escuchar la carcajada de mi hermano y lo miré mal— ¿De qué te reis, pendejo?

—De que Mora está en mi pieza, quería mirar una película y se durmió ahí, boludo. —decía entre risas y solté un suspiro de alivio, el alcohol no me ayudaba mucho— Uno que es re buen padre es Mateo. —me señaló con la cabeza el pendejo y todos soltaron una carcajada.

—Te odio. —solté y su respuesta fue un "es mutuo", claramente acá no me quieren. Vi que Coty salió con un short común y un buzo, la miré confuso ya que supongo que tenía planeado salir— ¿Te vas?

—Quiero ir a ver el amanecer a la playa, allá en Córdoba no puedo así que... —explicó buscando las llaves y guardando el celular en el bolsillo de su campera.

—Si me esperas dos segundos que me cambio, voy con vos. —le avisé y ella asintió, así que salí corriendo a ponerme un pantalón largo y otro buzo porque hacía bastante frío.

—¿Listo? —preguntó una vez que baje y mientras me acomodaba la gorra asentí. Saludamos a los chicos, que los invitamos pero ninguno quería ir, y nos fuimos rumbo a la playa que está a dos cuadras de la casa, por suerte.

—¿Te gusta ver el amanecer? —pregunté ya que los dos íbamos en un silencio que no era incómodo, pero si me aburría.

—Soy muy fan de todo lo que tenga que ver con el cielo, me gusta más la luna igual. —contó y cerré mis ojos mientras pateaba una piedrita que estaba en el camino— ¿Vos?

—La luna me cae bastante bien, tengo mis razones... —asentí mirándola y ella frunció el ceño unos segundos pero igual no cuestiono mucho, cosa que agradecí— ¿Puedo preguntarte algo? —ella asintió dándome a entender que siguiera hablando— ¿Qué sentiste cuando te arrebataron a tu hija?

solo por vos; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora