|17; "Perdóname, chinita"

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Alma.

Estábamos en el auto del morocho en camino a la playa, eran las dos y cuarenta de la tarde. Con nosotros también iban Manuel y Daniel, los demás irían más tarde porque "no se aguantaban tanto la gira", palabras explícitas de mi nuevo amigo Dani.

—¿Cuánto falta? —preguntó la más chiquita de los Palacios y yo me giré a mirarla.

—Ya llegamos, caprichosa. —se quejó su papá, resulta que la nena lo corrió con un palo porque no la dejó ganar en el uno. Tendrían que haber visto la situación, Mateo corriendo por todo el patio y Mora atrás gritándole "veni pa' acá llorón que no te voy a hacer nada".

Me hicieron la tarde.

—No soy capichosa, Mateo. —se cruzó de brazos y Manu soltó una carcajada.

—Donde te vuelva a decir caprichosa le metemos un bife, ¿querés? —propuso Dani y ella asintió muy convencida, ganándose una mala mirada de parte del morocho. 

—Después me pregunto de donde sale tan agresiva la pendeja.—soltó indignado y todos nos reímos.

Sentí que mi celular vibró en el bolsillo de mi short, lo agarré un poco confusa pero cuando vi el nombre en la notificación la confusión se fue.

• • •
Lionel Murillo.

me colgué en avisarte, pero ya estamos acá hace rato.
Justi ya te quiere verr

nosotros estamos llegando!

Justi ya te quiere verr
ay mi amorrr😭 Ya la voy a llenar
de besos a esa enana hermosa.


jajajajaja listo entonces
los esperamos!
√√

• • •

Bloquee el celular suspirando y me asusté al sentir el ruido de la puerta de atrás cerrarse, levanté mi vista y me di cuenta que ya todos habían bajado, solamente  me esperaban a mí.

¿En qué momento llegamos?

Me bajé mirando para todos lados a ver si encontraba a esa chiquita de la cual no dejo de pensar desde anoche... no les puedo explicar lo feliz que estoy siendo. Sentí una mano apoyarse en mi cintura y deduje que era Mateo, lo miré y sí, era él.

—Va a estar todo bien, hermosa. Nosotros estamos acá con vos, siempre va a ser así. —me dedicó una linda y cálida sonrisa, que apagó un poco mis nervios para tranquilizarme. 

Los únicos que sabían, aparte de Mateo, eran los dos que se encontraban con nosotros, ya que estuvimos hablando del tema en la mesa donde fuimos a comer. Nadie más sabía y por un lado mejor, todavía no sabía si decirle a mi hermana o no... por eso quería primero hablar con Lionel, porque quizás le puede contar a mi progenitor y puede ser un problema.

—¿Esos que vienen ahí, no son ellos? —cuestionó el pelado mientras señalaba con su cabeza por encima de mi hombro, me giré y confirmé que eran ellos cuando una chiquita venía corriendo a mí.

—Sí, es ella. —sonreí inconscientemente. Cuando al fin llegó, ya que le costaba un poco por ser muy chiquita, me agache a su altura esperandola con los brazos bien abiertos para poder abrazarla.

—Hoda, mami. —me abrazó emocionada y sonreí al instante, me llenaba el alma escucharla decir eso.

—Hola, mi amor. —acaricie su pelo y la levanté en mis brazos— ¿Qué andabas haciendo?

solo por vos; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora