𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓝𝓮𝓰𝓪𝓭𝓸 ~ 𝓣𝓪𝓮𝓰𝓲

♦•♦Una oferta ¿Aceptas? ♦•♦

El departamento no parecía fuera de lo normal a juzgar por la única vez que lo visto. Lo único que noto fue las sábanas desordenadas de una cama que pudo ver gracias a que la puerta de la habitación estaba abierta.

—¿Quieres agua?

Se giro en dirección a la voz detrás de él. Taehyung se estaba sirviendo un vaso de agua que bebió de un solo trago.

—No gracias. Ven siéntate —ofreció el sofá como si fuera suyo.

Se sentó y palmeo a un lado suyo. Taehyung pareció pensarlo brevemente para luego dejar la jarra en la mesa e ir hacia él, de manera obediente se sentó en el lugar que le fue ofrecido. Al estar tan cerca Yoongi aspiro el aroma del alfa mezclado con jabón de un reciente baño de seguro. Se alegro de que el alfa no se dejara caer por completo en la tristeza.

—¿Qué has estado haciendo estos dos días?

Taehyung no contesto, permaneció inmóvil en la misma posición y la vista a la nada. A partir de ahí ya no supo cómo actuar, se quedó callado al igual que él.

~Acércate ~ le exigió una voz.

Yoongi no se alteró, por alguna razón extraña sus manos picaron por querer obedecer la orden de su lobo, se cohibió sin saber que hacer.

~Necesita consuelo Yoongi~ la voz ya no era exigente, sonaba triste ~saca tu lado humano por una vez en tu vida. Nuestro alfa...~

~Cállate ~suplico ~No es nada nuestro~

~Míralo Yoongi~

Así lo hizo. Se veía tan mal. Su pecho se apachurro, llevo una mano al hombro del alfa y lo palmeo. Taehyung alzó la vista y sus ojos se cruzaron.

—Estarás bien —aseguro, aunque no estaba tan seguro. No meditó sus palabras y siguió hablando -solo fue el inicio, sabíamos que no sería fácil...

Si mano fue apartada con delicadeza y puesta en su regazo.

—No Yoongi. Ya no más, he decidido renunciar —en su voz se escuchaba el dolor que le causaba dichas palabras.

—Pero podemos hacer... —lo volvio a interrumpir.

—Nada. Ya me decidí —dijo con firmeza.

—Entonces has lo que yo -insistió -busquemos un rostro para ti, yo mismo te patrocinare —decía con desesperó.

—Ni siquiera te has dignado a ver mis diseños como para saber si vale la pena o no invertir en mí —lo miro de mala manera. No le gustaba la lástima.

Yoongi pensó buscando las palabras. Era verdad que no sabía si tenía o no talento, las palabras simplemente salían de su boca.

—Además —agregó el alfa —no quiero ser como tú, ocultarme no es lo mío.

Yoongi se quedó pasmado. Ahora era el quien recibía las palabras como puñaladas. Nadie quería ser como el, ni siquiera el mismo, detesto al alfa, al menos él podría estar satisfecho de no ser él.

El alfa cayo en cuenta del peso de sus palabras al ver el rostro abatido del omega. No le gustaba lastimar los sentimientos de las personas y últimamente se le daba con facilidad. El celular que anteriormente dejo en la mesa comenzó sonar mostrando en la pantalla el nombre de Hoseok.

—Está preocupado, deberías contestarle. Le gustas —comento con amargo lo último.

—Lo sé -ñ—dijo sin despegar la mirada de la pantalla. Segundos después el celular dejo de sonar. Apartó la vista regresándola al omega que se ponía de pie —lamentó lo que dije.

-A lo largo de mi vida he aprendido que lo dicho, dicho esta. El daño que causaron las palabras no se borra tan fácil -comentó con pesar.

—Tienes razón —se levantó —es que no quiero esconderme, quiero que me reconozcan por lo que soy y lo que hago. Tus razones tendrás para ocultarte, pero yo no -finalizo.

—Mi oferta seguirá en pie si decides que te ayude ya sea a formar tu propia marca o a ser mi rostro o a lo que quieras...

~ ¿Porqué? No lo sé. Solo quiero ayudarte ~ pensó.

—Gracias por la oferta.

Dicho lo que se tenía que decir salió del departamento con el corazón lastimado, el pecho comprimido y un lobo rogándole porque regresara.

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