Si a Yoongi le hubieran dicho que sería un omega, los hubiera pateado y... ¡Oh! esperen, si se lo dijeron y los pateo.
Por más que Yoongi negara desde pequeño que sería un omega, la adolescencia le dio un golpe en la cara diciéndole lo contrario. Po...
Las primeras horas luego de que Hoseok se marchara ambos diseñadores iniciaron a planear el concepto de su colaboración, para su grata sorpresa se dieron cuenta que sus ideas fluían por el mismo camino. Les resultaba fácil decidirse por un estilo u otro, la selección de colores fue mucho más fácil. Definitivamente funcionaban bien juntos.
Taehyung dibujaba con la concentración al cien en el diseño. Trazaba y borraba, volvía a dibujar hasta quedar satisfecho. Querían crear un portafolio cada uno para iniciar y ver que les convencía más. Eran las tres de la tarde y el estómago del alfa llamaba por comida.
Mientras tanto Yoongi no se percató que llevaba alrededor de 40 minutos mordiendo la goma del lápiz y la baba chorreándole por la boca. Tenía la mirada fija en la figura del alfa, la camisa simple que vestía dejo ver sus músculos tras haberse quitado el saco que portaba dándole un look elegante pero casual. Las hormonas se le estaban al alborotado y su lobo era el más feliz ya que Yoongi no lo notaba. Pocas veces podía tomar el control sobre el humano antes de que fuera arrastrado a las profundidades siendo reprimido.
La vista era muy exquisita, el alfa estaba como para morderlo. Fue ahí que cayó en cuenta de lo que sucedía. Arrojó el lápiz a la mesa y sacudió la cabeza alejando las ideas retorcidas que estaba teniendo. Taehyung despegó la vista del papel para verlo.
—¿Te encuentras bien? —pregunto el alfa preocupado.
Los pensamientos de Yoongi se nublaron, así como su vista se enfocó en un solo objetivo. El alfa. Bajo las manos aferrándose a la silla intentando controlas sus impulsos sobre arrojarse contra el sujeto. Cerro los ojos respirando profundo. No debía moverse ni podía, durante sus celos se volvía débil y dependiente. La único que pasaría si intentaba mover un solo dedo de los pies seria arrastrarse hacia el alfa y rogar por ser tomado.
~Solo esta vez ~pidió suplicante el lobo.
—No. Cállate —pensó Yoongi en voz alta.
—Por supuesto que no estás bien. Creó que es tu celo, ¿Qué hago? —se rasco la cabeza, pensativo.
~Alfa. Alfa. Alfa ~
Yoongi fue tomado por un par de brazos que lo cargaron. Su intentó por preservar la cordura desapareció por los aires. Llevo los brazos al cuello del alfa y así poder acercar la nariz, sin embargo, había algo extraño. Taehyung por su parte cargo al omega para llevarlo al sofa, un lugar más cómodo que una silla. Su plan consistía en dejarlo cómodo y marcharse en busca de supresores.
Las manos ajenas atrasaron su plan al no querer soltarlo. Forcejo con el omega sorprendiéndose de lo fuerte que este era o de lo debilucho que no se había dado cuenta que era. Un ligero gemido salió de los labios de Yoongi llenando los oídos del alfa. Taehyung con más fuerza alejaba los brazos endeudados en su cuello.
Yoongi desesperado por la lejanía se lanzó sin previo aviso contra el alfa haciéndolo caer al suelo. Su peso cayó encima de lleno. Comenzo a frotarse contra el alfa sintiendo la fricción de la ropa. Pero algo le molestaba y es que no estaba siendo tocado. Se separo un poco del cuerpo y en ese justo momento la puerta fue abierta. Namjoon apareció con una bolsa con un logo que reconocía.
—¡Yoongi aléjate! —pidió desesperado el moreno.
La parte coherente de Yoongi volvió a funcionar a una capacidad del 10, suficiente para bajarse del cuerpo en el que estaba y sentarse a un lado.
—¿Está muerto? —pregunto Namjoon, asustado.
Se percató de la rapidez con la que actuaba Namjoon. El alfa se movía ágilmente revisando los pulsos de la mano y garganta del alfa tirado inconsciente en el suelo. Yoongi no se dio cuenta que al dejarse caer Taehyung se golpeó la cabeza contra el suelo perdiendo la consciencia. No podía moverse ni emitir palabra, estar en celo y en shock le fundieron el cerebro.
—Llamare a una ambulancia —dijo Namjoon mientras se dirigía a la oficina de Yoongi.
A los minutos salió con pastillas en mano y dando la dirección al teléfono.
—Si señorita, gracias —finalizo la llamada. Lleno un vaso con agua y se acercó a Yoongi—tómalo —ofreció el vaso junto a la pastilla.
Reconocí sus supresores. Se paso la pastilla bebiendo toda el agua. Namjoon agradeció que el susto que tenía por Taehyung le pusiera de nervios como para prestar demasiada atención al aroma de Yoongi.
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