𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓝𝓮𝓰𝓪𝓭𝓸 ~ [ 𝓣𝓪𝓮𝓰𝓲 ]

♦•♦Un lugar al cual pertenecer ♦•♦

El 0.3% de la población.

La frase resonó en la cabeza del niño de 6 años. Su primera semana de escuela y ya sabía diferenciar las jerarquías.

—Qué asco ser un omega macho —comentó el niño sentado junto a Yoongi.

—Mi mami dice que no tiene nada de malo ser omega —defendió la niña de atrás.

—Tu mamá está mal, mi mamá dice que es horrible por eso corrió a mi hermano —dijo el mismo niño con un tono despectivo.

—¡No es cierto! —grito la niña —mi mami no miente.

La niña comenzó a llorar a todo pulmón fue así que la maestra se dio cuenta de lo sucedido.

—Calmen niños —pidió amable. Se acerco a la niña para limpiarle las lágrimas.

—Ser omega es feo —volvió a decir el niño.

—Ser omega no es nada malo —hablo la maestra.

—Pero ser omega macho si es malo.

—Solo porque su porcentaje sea bajo y sean poco comunes no significa que sean malos como dice la sociedad —argumentó la maestra.

—Mi nana dice que los alfas son mejores que los omegas y yo seré un alfa como mis hermanos —la voz tierna de Yoongi dejo salir inocentes pensamientos.

—Nadie es mejor que nadie Yoongi, solo hay que superarse a uno mismo y ser mejor cada día —finalizo la maestra con una sonrisa para continuar.

El niño se acercó al oído de Yoongi para susurrarle. Lo que escuchó no lo pudo olvidar.

La tasa de natalidad de omegas macho ha aumentado a un 9% en los últimos 13 años. Si sigue así en unos cuantos años más llegarán a igualar el porcentaje de omegas femeninas...

Yoongi tuvo que dejar de ver el noticiero en su celular cuando llamaron a la puerta. Hoseok entró con su comida en mano.

Observó a su asistente y pensó en todos los omegas macho que conoció en los últimos años. Antes no había pensado en cuan poco comunes dejaron de ser, y aunque las críticas hacia ellos no habían parado como decir que ahora eran una plaga que se extendía por el mundo, nadie los miraba raro.

—Sr. Min ¿Ha tomado una decisión? —preguntó con suma cautela el pelirrojo.

Yoongi clavó la mirada en Hoseok. El chico risueño de mejillas coloradas al que jamás ha visto sin su aura luminosa.

—Hoseok ¿Alguna vez te sentiste acomplejado por ser un omega macho? —se atrevió a preguntar.

—Muchas veces —Hoseok respondió con naturalidad —somos el porcentaje más bajo de la población y nuestras generaciones crecieron con pensamientos errados. Fui víctima de bullying en la escuela, pero eso jamás me impidió seguir adelante, ellos eran los que se hacían más daño al creer que verme miserable les llenaría. Tengo el apoyo de mis padres y me enseñaron que no soy distinto a nadie. Los pensamientos sobre querer no ser un omega desaparecieron —asintió con calma.

—¿Tú no querías ser un omega? —la sorpresa de Yoongi fue notoria.

—Supongo que ninguno de nosotros quiso ser lo que es en algún punto de su vida, pero cuando estas con las personas correctas y te amas a ti mismo te das cuenta que debes estar orgulloso de lo que eres y que nadie tiene derecho a hacerte menos. Soy feliz siendo lo que soy, me enorgullezco ser del ahora 9.3% de la población.

La radiante sonrisa del omega lo hizo desear ser así de feliz. Por su parte Hoseok al ver que Yoongi no decía más decidido salir de la oficina.

Había tanta verdad en las palabras de Hoseok, pero ¿qué pasaba cuando él era su propio enemigo? La persona que lo limitó a esconderse tras mentiras había sido el mismo. Se aferro a una idea que creyó lo haría feliz sin darse cuenta que sucedió todo lo contrario. Lo que más le daba felicidad eran sus diseños y ver a la gente usarlos con orgullo.

¿Por qué debía seguir ocultándose?

¿Realmente ser alfa era lo que quería? O ¿solo quería pertenecer?

Pero ¿qué sucedía cuando las personas con las que intentas encajar no encajan contigo?

—Serás un omega y tus padres ya no te querrán. Serás un repulsivo omega —le había susurrado su compañero en el odio, con una malicia que un pequeño no debía tener.

¿Era a ese niño a quién quería agradar? Cuando al que debía agradarse era a el mismo.

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