Si a Yoongi le hubieran dicho que sería un omega, los hubiera pateado y... ¡Oh! esperen, si se lo dijeron y los pateo.
Por más que Yoongi negara desde pequeño que sería un omega, la adolescencia le dio un golpe en la cara diciéndole lo contrario. Po...
Felicitaciones y más felicitaciones, palabras de aliento y uno que otro comentario mordaz. No existían el alfa y el omega, solo eran dos diseñadores intentando ser aceptado en el mundo y de paso cambiarlo o intentarlo.
—Va de maravilla —Taehyung bebió de su copa de champán.
—Fue una suerte —dijo Yoongi con alivio.
—Talento, tenemos talento —Yoongi río por el descaro del alfa.
En realidad, ambos habían tenido cero humildad al proclamarse grandes diseñadores ante todos, eso eran. Al menos el talento de Yoongi llevaba años siendo reconocido y aplaudido.
—Bien. Te dejaré —Taehyung señaló detrás del omega.
Yoongi se giró encontrando a su familia caminando hacia ellos. Como siempre Jungkook fue el primero en abrazarlo y hacer escándalo, Jimin y Jin le secundaron más no tan ruidosos como el primero.
—¿Cómo es que tus hermanos nos enteramos de tus grandes pasos cuando ya estás en las grandes ligas? —reprochó Jimin.
—Me siento indignado —agregó Jin falsamente ofendido.
—No molesten a su hermano. No somo quien para juzgar sus razones —intervino la madre de los chicos.
Otra más de los deberes que había tomado su madre, la mujer sacaba a Yoongi de apuros para no tener que dar explicaciones, lo cual estaba mal, sabía que debía enfrentarse a las situaciones y no esconderse. Durante años prefirió ser tomado con pincitas por su madre y ser encerrado en una cajita de cristal donde nadie se atrevería a molestarlo.
—Mamá, está bien —Yoongi poso la mano en el brazo de su madre —les contaré, no aquí, en casa. Es una historia larga.
—No tienes por qué darnos explicaciones —la mujer sonrió afectuosa.
—Quiero hacerlo —aseguró sonriendo como pocas veces.
—¿Y qué harás con ese idiota? —Jungkook apunto con la cabeza a Taehyung, quien estaba platicando con un grupo de personas.
Yoongi observo la animada conversación, por lo que veía, el alfa no lo necesitaría más, poco a poco a partir de ese momento podría abrirse camino solo. La opresión en su pecho se intensifico, le hubiera gustado que Taehyung lo necesitara, así tendría la excusas para verlo, sin embargo, era lo último que necesitaba el mismo para dejar atrás a enamoramiento.
—Se las arreglará. No me necesita más —dicho en voz alta dolía aún más.
~Alfa~ chillo su lobo interior.
~No es nada nuestro, recuérdalo~
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Terminada la fiesta después de la pasarela, Yoongi se despidió de todos, iba a ir a casa, pero antes se detuvo en el estudio. Llevaba días sin ir, lo extraño cada segundo.
Si algo recordaba era que no estaba tan ordenado como ahora, con los diseños Fuera del lugar el equipo al parecer tomo la iniciativa de limpiar y ordenar.
—Toc, toc —la voz grave y conocida lo regresó a poner los pies en la tierra.
Namjoon se atravesó en su campo visual con una sonrisa enorme.
—¿Qué? —evadió la mirada del alfa.
—Estoy orgulloso de ti, mi lindo omega.
—No seas cursi —Yoongi puso los ojos en blanco.
—No lo haré más, lo prometo —el alfa río divertido.
—Si como no —sonrió Yoongi.
Jamás se acostumbraría a los apodos de Namjoon, no eran lo suyo o al menos no por parte del alfa ¿Quizá...?
~Alfa~
Esfumó rápidamente la idea, Taehyung ya no debía tener lugar en su mente.
—¿Qué sigue? —la expresión de Namjoon se relajó sin llegar a ser demasiado seria.
—Seremos los tres. Hoseok, tú y yo —se recargo en la orilla de la mesa y se observó en el espejo. Ya no veía a la misma persona de meses atrás, no era desagradable, al contrario —debo sacarlo de mi vida por completo. Soy mejor que esto —refiriéndose a la etapa depresiva que tuvo.
—Estaré a tu lado, te soy fiel hasta el final —Namjoon se atrevió a pasar un brazo por los hombros del omega como en un abrazo.
—Deberías sacarme de tu vida también —no se apartó ni quejó por el contacto.
—No necesito eso para sacarte de mi corazón. No pienso hacerlo.
—Namjoon —reprochó.
—Yoongi, eres mi mejor amigo, te dediqué gran parte de los mejores años de mi vida y no es reprochó, no me arrepiento, fue mi decisión. Se que fui una gran carga o lo sigo siendo —río brevemente —a lo que me refiero es que mi cariño y apareció seguirán existiendo. Fui terco al querer entrar en tu corazón a la fuerza, hice mal, te incomodé. Me alegro que no seas como yo, no te aferre a alguien que no te corresponde o sufridas.
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