Aiko todoroki, la hermana gemela de Touya todoroki, hija mayor de Enji todoroki también conocido cómo el pro-hero Endeavor. Al igual que su padre, ella es una pro-hero conocida, sin embargo...¿Qué pasará cuando All might deje de ser el héroe número...
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| ♡ Baby bird♡ |
•Narrador•
Aiko se dirigía a la habitación donde se había metido su padre, su despacho.
Por su tono de voz se notaba que estaba enfadado, en verdad. . .¿Habría descubierto el lugar donde salía a entrenar por las tardes? Eso era imposible, ella tenía cuidado en no ser descubierta además su padre no le prestaba la atención suficiente para darse cuenta de eso. Esas preguntas sin respuestas rondaban por su cabeza cada vez que daba un paso y estaba un paso más cerca del despacho de su padre.
Cuando llegó a la habitacion donde se encontraba su padre llamó a la puerta mientras sus pequeñas manos temblaban, en verdad tenía miedo, estaba aterrada. Abrió la puerta cuando escuchó un "pasa" por parte de su padre, entró a la habitación y volvió a cerrar la puerta. Su temblor no cesaba y su miedo solo aumentaba, se podía notar angustia en su cara.
Su padre se encontraba sentado en la silla de su escritorio, enfrente de el escritorio había una silla que se encontraba de manera paralela a la de su padre.
Enji: Siéntate tenemos que hablar -dijo sin apartar la vista de la joven-
Aiko: vale...-dijo con la poca voz que tenía, por mucho que quería hablar no le salían las palabras-
Enji: ¿A dónde te vas todas las tardes? -preguntó con un semblante serio, no dijo nada más pero la escuchaba atentamente-
Era la primera vez que Enji le prestaba atención a su hija, aunque esta no era la escena padre-hija que Aiko solía soñar en algunos de sus sueños desde hacía tiempo. Pero Aiko estaba segura de algo, Enji no se habría fijado en ese detalle. . .Las únicas personas que podrían haberse percatado de sus ausencias cada tarde eran sus hermanos o su madre, es decir su ritmo académico seguía intacto y seguía cuidando a sus hermanos y cubriendo los moratones ocasionados en sus entrenamiento.
Aiko: ¡¿Cómo sabés eso?! -preguntó sorprendida mientras se alzaba de la silla, después de todo su padre no le prestaba la atención suficiente para poder darse cuenta de algo así, de eso estaba más que segura- Es imposible. . .
