Aiko todoroki, la hermana gemela de Touya todoroki, hija mayor de Enji todoroki también conocido cómo el pro-hero Endeavor. Al igual que su padre, ella es una pro-hero conocida, sin embargo...¿Qué pasará cuando All might deje de ser el héroe número...
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Aiko:*¿Pero y a este que le pasa ahora?* -penso Aiko mirándo a su padre confundida- Papa, ¿Te pasa algo?
Enji: Aiko, ¿Tienes una relación con hawks?
Aiko: ¿¿Que??
•Narra aiko•
Aiko se quedó estática, su padre pensaba que ella y keigo estaban en una relación ¿Como podia haber sacado esa extraña teoría?
Enji: Aiko, no has contestado a mi pregunta -dijo clavando su vista en ella-
Aiko: n-no somos nada más que compañeros de trabajo -dijo mientras agitaba las manos de forma nerviosa- ¿Porque piensas que el y yo estamos saliendo? -la pelirroja le pregunto a su padre con cierta curiosidad en sus palabras-
Enji sacó su teléfono y le enseño las noticias de el día anterior, casi todas trataban de un "supuesto" romance entre Aiko y keigo, como pruebas, esa noticia tenía un montón de fotos de hawks y Aiko las cuales estaban sacadas de contexto.
Aiko: Y-yo puedo explicarlo, el me enseño la ciudad y en esa foto me caí y el en esa me tiro de un edificio ademas están sacadas de contexto, lo prometo, yo...-su padre la interrumpió-
Enji: ¡Que te tiró de un edificio! -se levantó de inmediato de su asiento-
Aiko: si pero no, como ya te he comentado todo es un malentendido, el y yo solo somos compañeros -dijo mientras reía levemente-
El tren paró lo que significaba que ya estaban llegando a su casa donde se encontrarían con sus hermanos.
Llegaron a la casa, donde Aiko se paró en frente de la casa mejor dicho mansión, ella había vivido tantas cosas malas además de que habia jurado no volver a estar. Sufrió tanto en esa casa, que le daba miedo volver allí no obstante ahora era adulta debía controlar sus emociones y afrontar sus mayores traumas.
Enji: Aiko deberías entrar ahí fuera hace frío -dejo la puerta abierta y entro en la casa-
Aiko:*debo de entrar, debo de entrar, todos me esperan, no les puedo defraudar, puedo hacerlo* -se dijo a si misma intentandose calmar, ya que sus manos esperan temblando-
Por mucho que temblaba por los nervios, empezó a moverse poco a poco hacia la puerta cuando entró cerró la puerta y dio un pequeño suspiro.
Fuyumi se acercó corriendo y empezó a evaluar mis heridas. Finalmente acabo dándome un abrazo de bienvenida.
Fuyumi: Nee-Chan, bienvenida a casa -dijo mientras continuaba con el abrazo a Aiko-
Aiko: ¿Bienvenida....a...casa? -las lagriamas salían solas por sus ojos, no podia evitarlo-
Aiko era una persona sensible en su intimidad, sin embargo no solía demostrar tristeza enfrente a los demás ella prefería mantener una sonrisa forzada y que la gente se pensara que estaba bien sin embargo, tantas emociones juntas se habían vuelto incontrolables en ese pequeño momento.
