Aiko todoroki, la hermana gemela de Touya todoroki, hija mayor de Enji todoroki también conocido cómo el pro-hero Endeavor. Al igual que su padre, ella es una pro-hero conocida, sin embargo...¿Qué pasará cuando All might deje de ser el héroe número...
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| ♡ Baby bird ♡ |
•Narra Aiko•
Toda la multitud se dirigía a la sala de juegos, allí prácticamente todos los juegos eran de azar o estrategia, y además en esos juegos habría grandes apuestas entre las personas más ricas de todo el mundo, los cuales jugaban hasta la madrugada, este tipo de eventos se celebraba una vez cada 20 años, era algo realmente exclusivo.
Acabábamos de llegar a la sala la cual era exclusivamente para hacer apuestas y jugar a juegos en los cuales también apostaban dinero. Rápidamente me acerqué a una de las mesas y cambié dinero por algunas fichas para poder jugar, el plan comenzaba ahora.
Nada más llegar a una mesa donde se jugaba uno de los principales juegos, el póker, unos hombres los cuales no aparentaban menos de cincuenta años iban a comenzar a jugar, ella llegó a la mesa y se sentó como si nada, rápidamente notó las miradas de aquellos hombres casi todas estaban subidas de tono. Le daba asco no lo negaría pero tenia que actuar de una manera completamente diferente a la forma en la que ella actuaría en una situación normal.
X: ¿Qué hace una muñeca como tu jugando a un juego como este? -preguntó uno de los hombres mientras la miraba de arriba a abajo-
Aiko: *Esto va a ser más incómodo de lo que esperaba* -pensó- Solo he venido a jugar un rato, tenia curiosidad -contestó coqueta-
X2: Muñeca, ¿Sabes que la curiosidad mató al gato? -respondió el hombre el cual se encontraba a su lado, mientras intentaba agarrar su mano-
Aiko: ¿A sí? No tenía ni idea, entonces porque no me mientras la razón po la cual no debería de ser curiosa -se acercó más a él, mientras claramente lo ponía nervioso y le agarró la mano durante unos segundos- Y ahora ¿Quien quiere jugar?
Y así Aiko jugó algunas rondas, claro que tía que soportar toda clase de comentarios groseros pero prefería ignorarlos y seguir jugando, no le gustaba apostar, sin embargo no tenía otra opción. Habia conseguido la confianza de unos de los multimillonarios de la mesa, ella había dejado de jugar simplemente estaba sentada en el regazo de aquel hombre, mientras hablaba con él. Ella acababa de conseguir la información de donde se encontraban su guarida, por lo que no dudó ni un minuto en grabar la conversación en su pulsera, la cual era como un micrófono.
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