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girlwonder Capítulo dieciséis
Una vez que Dick y Jason se han ido, Kory, Rachel y Gar se apiñan en el sofá frente a la televisión ridículamente grande, viendo Juego de Tronos (que fue claramente idea de Rachel).
-No sé ustedes tres, pero yo he estado deseando ir de compras y cambiarme de ropa. ¿Qué dicen? - Sugiero. Ninguno aparta los ojos de la pantalla mientras Daenerys monologa sobre matar a los amos de los esclavos.
-Ven a mirar-, me hace señas Rachel, ignorando mi propuesta.
-Ya lo he visto dos veces. No necesito ese tipo de tortura emocional una tercera vez-, digo con un tono de voz nervioso. – Los dejare escoger lo que quieran
- ¿Algo? - Gar enarca una ceja.
Le dirijo una mirada definitiva. Él y Rachel comparten una mirada antes de ponerse en pie de un salto y correr hacia el ascensor.
Kory lanza un suspiro y se levanta de mala gana, pavoneándose hacia mí.
Sabes que hay un tipo malo que quiere secuestrar a Rachel a la que tenemos que vigilar, ¿verdad? -, argumenta, ladeando ligeramente la cabeza.
-Está drogado, inconsciente y atado. Dudo que tengamos que preocuparnos por él-, le aseguro, entrecerrando los ojos. -A menos que quieras quedarte aquí con él-.
Kory aprieta la mandíbula. -Preferiría no hacerlo-.
Sonrío triunfante.
En veinte minutos, llegamos a un centro comercial que está lleno de tiendas de alta gama en su mayoría. Estoy radiante mientras miro los nombres famosos: Burberry, Calvin Klein, Tommy Hilfiger, Steve Madden, Jimmy Choo...
-Nat-, dice Rachel. -Estás babeando-.
Dejo escapar una risita. -Lo siento-. Tras echar un rápido vistazo a mi alrededor, veo un cajero automático y me dirijo hacia él, sacando algunos billetes antes de dirigirme a los niños.
-Aquíhay trescientos dólares para cada uno-, digo, observando sus ojos crecidos. Esuna de las ventajas de vivir sólo con alguien que también tiene un trabajo bienpagado. No tengo que preocuparme por papá, y papá no tiene que preocuparse pormí. Antes de que Rachel y Gar puedan alcanzar el dinero, se lo arrebato. – Úsenlo sabiamente
Asienten furiosamente con la cabeza. Finalmente, les entrego los billetes y se alejan corriendo.
Cuando me vuelvo hacia Kory, me mira con una ceja enarcada.
-¿Quieres ir con ellos?-
-Te espero, princesa-, dice cruzando los brazos.
-¿Princesa?- Me burlo de forma exagerada. -Viniendo de la mujer que lleva un abrigo de piel y un brillante traje pantalón lila, ambos exquisitos, por cierto, pero eso no viene al caso-.
