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girlwonder C
apítulo diecinueve
Jadeo aliviada, mirando a Dick mientras recupera las fuerzas suficientes para sonreír a Rachel.
-Ven aquí-, susurro, pasando su brazo por encima de mi cabeza y tirando de él para que se ponga en pie. Se tambalea un poco mientras le conduzco fuera de la celda, pero le mantengo de pie sin esfuerzo, permitiéndole apoyar todo el peso de su cuerpo en mí. -Te tengo. -
Para cuando llegamos al quirófano donde tienen a Kory, Dick ha recuperado las fuerzas suficientes para poder atravesar la puerta donde decenas de ojos se posan en nosotros.
-Nopierdas de vista la puerta-, grita a nadie en particular. Lo único que sé hacer es encargarme de un cirujano mientras Dick se ocupa de otro, y luego estoy rápidamente al lado de Kory, liberándola de sus ataduras en cuestión de segundos.
-Kory-, llama Rachel, examinándola. -¿Qué es el tubo?-
Los tubos sobresalen de la boca de Kory, provocando que sus gritos de auxilio se transformen en gemidos ahogados.
-La han intubado-, dice Gar. -Sé cómo sacarla, pero esto va a doler-.
Kory asiente con agresividad, instándole a manipular el artilugio antes de sacar un tubo de plástico más pequeño, aunque largo, de su garganta.
-Oye, mírame-, insta Rachel suavemente, asintiendo con la cabeza hasta que finalmente Kory se levanta como un rayo, buscando aire.
-Kory, relájate. Los espasmos cesarán si te relajas-, le dice Gar.
Ella le mira con fuego en los ojos. -Relájate-.
-¿Estás bien?- le pregunta Dick.
-Joder, no-. Se baja de la mesa de operaciones, las piernas le flaquean por un momento antes de encontrar fuerzas y apoyarse en Dick.
-Mamá, ¿puedes sacarnos de aquí?- Rachel mira a Angela, que simplemente asiente y se gira.
Estamos corriendo tras ella sin otro objetivo que salir de allí. No me importa si hay guardias o médicos o lo que sea. En este momento, nada podría interponerse en nuestro camino.
Por eso, cuando un par de guardias se detienen a un par de metros de nosotros por el pasillo, entrecierro los ojos.
-Ahí están-, dice uno de ellos. -Muy bien, quédate donde estás-.
Rachel envía a Dick una mirada suplicante, retirándose detrás de él.
-Yo me encargo-, anuncia, comenzando a dar un paso adelante.
Puse un brazo delante de él para detenerlo.
-No, yo lo hago. -
Le miro con seguridad y por un momento duda, pero luego me lanza una mirada cómplice y se aparta.
