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girl wonder Capítulo veintisiete
La oscuridad se aleja. Es muy lenta, y nunca desaparece del todo. Permanece sobre mí.
Intento mirar a mi alrededor. No funciona. Intento gritar. No funciona. Es entonces cuando me doy cuenta de que algo no va bien. Estoy atrapado en un cuerpo que no conozco.
Rachel y Gar aparecen frente a mí. Quiero alcanzarlos y sostenerlos en mis brazos y no soltarlos nunca para que no vuelvan a estar en peligro. Pero no funciona.
-Tus hijos. ¿No son hermosos?- Una voz familiar viene de detrás de mí. Es Angela. La traidora. Me apetece darme la vuelta y condenarla por haber engañado a Rachel, pero una vez más mis pies se quedan clavados en el sitio.
Entonces habla otra voz. Esta vez, es desconocida, pero no tengo ni una sola duda de quién es.
-Sólo tengo un hijo. Y a ella le daría el mundo-.
Trigon avanza hacia su hija. Ella le mira con una mezcla de dagas y lágrimas.
-No te resistas, Rachel-. Dick entra en la habitación. No tengo fuerzas para intentar siquiera correr hacia él. Sus ojos están vacíos, las venas negras se arrastran hacia fuera. ¿Mis ojos se ven así? -Es perfectamente natural. Es lo que son. Es lo que todos somos por dentro-.
No. No lo es. Estoy empujando contra las paredes de mi mente en un esfuerzo por escapar, pero todo lo que hace es traerme un dolor intenso.
-No le hagas caso. No son ellos-, asegura Gar a Rachel con seguridad en su tono. -Todavía están ahí dentro-.
Tienes razón, Gar.
-No-, Trigon sacude la cabeza. Hay una sonrisa divertida en su rostro. Se gira ligeramente. -Llega la traición final. Ya sabes qué hacer-.
Las palabras resuenan en mi cabeza, resonando allí. Avanzo sin palabras a pesar de que lucho contra ello. Una parte de mi mente, la más fuerte, tiene ganas de matar.
Me acerco a Gar y Rachel, pero mi atención se centra únicamente en Gar, que suplica impotente. Después de unos segundos, está en el suelo, cubierto de sangre. Jason, Donna y yo nos turnamos para darle patadas en el estómago. Hank y Dawn son implacables con sus golpes en la cara. Kory retiene a Rachel y Dick se queda mirando con una sonrisa cruel.
Finalmente, doy un paso atrás junto con los demás y Dick se adelanta. Se inclina hacia un Gar quejumbroso y tembloroso y lo pone en pie con cuidado. Dick lo mira fijamente y, por un momento, una pequeña y esperanzadora sonrisa se apodera del rostro de Rachel.
Sin embargo, no dura mucho. Dick agarra el cuello de Gar y lo eleva en el aire durante unos segundos antes de lanzarlo contra una caja de libros, dejándolo sin vida en el suelo.
