⩩ 𝐓𝐖𝐎 𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓𝐒, fred weasley

♯ 𝚍𝚞𝚘𝚍𝚎𝚟𝚒𝚐𝚒𝚗𝚝𝚒

CAPÍTULO SIN EDITAR.

︶꒷꒦︶      ꒦꒷꒷꒦      ︶꒷꒦꒷︶

─Por aquí no es. ─ se quejó la chica mientras suspiraba. ─ Siento hacerte perder el tiempo. ─ su delicada voz salió entrecortada, Fred la miró con el entrecejo fruncido y confundido, ¿Ella iba a llorar? ─ Estoy muy asustada, no encuentro a mis padres. ─ lloriqueo mientras ocultaba su rostro en sus manos. ─ ¿Que haré?

─ Niña, tranqulizate. ─ pidió el mayor mientras le daba unas pequeñas palmaditas a su espalda. ─ Ya los encontraremos.

─ Creo... ─ la fémina se quedó pensando unos momentos antes de alzar la mirada con un brillo en los ojos. ─ ¡Creo que ya sé dónde estarán! ─ dio un pequeño salto de alegría.

Fred le sonrió. ─ Entonces vamos, te llevaré con ellos y luego volveré.

Comenzaron a caminar hacia la entrada del pueblo, la pequeña iba con una sonrisa en el rostro. ─ Cuando los encuentres, trata de no separarte de ellos nuevamente. ─ aconsejó el pelirrojo.

─ ¡Claro! ¡Muchas gracias por ayudarme! ─ agradeció mientras juntaba sus palmas y las balanceaba.

Continuaron yendo hacia la salida del lugar, Fred iba con sus dos manos en sus bolsillos delanteros y pateaba una pequeña piedra. Cuando por fin llegaron, la niña corrió hacía un chico que se encontraba sentado de espalda en un tronco caído. ─ ¡He vuelto! ─ avisó.

─ ¿Él es tu hermano? ─ preguntó algo desconfiado Fred, la niña solo había mencionado a su madre y padre, además de que las características que ella le dio sobre su padre no coincidían con las del chico sentado.

El otro varón se dio la vuelta y vió a Fred, sonrió y se levantó. Se acercó a la chica, murmuró un par de cosas y le dio algo que Fred no pudo alcanzar a ver. Aurora salió corriendo de vuelta hacia el pueblo.

─ ¿Que?

─ Bien, ahora dime dónde está mí hermana. ─ el chico se acercó a él con los brazos cruzados y con una sonrisa de satisfacción.

─ ¿Tu hermana? ─ murmuró aún más confundido. Aquello había sido una trampa, ¡¿Había caído en una trampa?! Eso lastimó su orgullo.

─ Si, Leah Willend. ─ contestó. ─ Los hemos estado buscando durante semanas. Aún no puedo creer que esté hablando con un muerto.

─ Hey, ten más respeto.

─ Lo siento. ─ se disculpó. ─ Solo quiero a Leah de vuelta.

─ Bueno, ella no está aquí. ─ Fred no iba a delatarla, lo que menos quería Leah es que la descubrieran a ella. Él ya había sido visto dos veces por culpa propia, no iba a dejar que la chica caiga por su culpa.

─ Fred, por favor. ─ suplicó el pelinegro. ─ No hagas esto más difícil, tu familia te extraña, yo extraño a la mía. ¿Por qué no vuelven? Nadie les cuestionara nada sobre su extraña aparición si es lo que ustedes quieren.

Pero Fred sé negó. ─ No volveremos, ya tenemos mejores planes.

─ ¿Mejores planes? ─ interrogó con una pizca de sarcasmo. ─ ¿En serio? ¿Que mejor plan que volver con tu familia?