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LILY INVITÓ A PASAR A LAS DOS MUJERES, LA PELIRROJA ESTABA contenta de tener visitas en su casa. Fred Weasley había llegado ese mismo día y Lily no podía sentirse más acompañada.
Había comprometido a cuidar a Fred como su propio hijo, como agradecimiento a Molly, quien habla recibido a Harry como uno más de la familia.
─ Todos están en la sala, pasa tranquila yo iré a cortar el pastel. ─ Avisó la pelirroja con una sonrisa.
─ Oh, te acompaño, debo hablar contigo. ─ Dijo Margot sonriendo, miró a su nieta con una sonrisa. ─ No te molesta, ¿Verdad?
Leah negó rápidamente con la cabeza. ─ Ve tranquila, nana.
─ La sala está cruzando ese pasillo. ─ Indicó Lily aún sonriendo enormemente. Estaba feliz de que Margot ahora este acompañada.
─ Grácias. ─ Murmuró la chica, asintió con la cabeza y caminó hacia la sala, cuando cruzó el pasillo, varias miradas se dirigieron hacia ella.
─ ¿Leah Willend? ─ Fred se levantó del sofá con una sonrisa. ─ ¿Que tal?
─ Hola, Fred Weasley. ─ Leah sonrió un tanto tímida. Miró a las otras personas con timidez. ─ ¿Profesor Lupin? ─ Preguntó confundida.
─ Diría que es un gusto verte, Leah, pero creo que no es caso. ─ Sonrió, se levantó del sillón y la abrazó fuertemente. ─ Es una lastima que estés aquí, tenías tanto por vivir.
Leah no sabía que responder así que solo se dedicó a abrazar a su profesor favorito. ─ Soy James Potter, debes conocer a mi hijo, Harry.
─ Claro, el famoso Harry Potter. ─ Leah se separó de Lupin y miró a James. ─ Un gusto, señor Potter.
─ Dime James, me haces sentir viejo. ─ Bromeó el hombre y le guiño un ojos divertido.
─ Hola, señorita Willend. ─ Un hombre de pelo algo largo y negro la saludó.
─ Hola...
─ Sirius Black. ─ Contestó. ─ Lamento que estés aquí.
Leah sonrió y bajó la mirada. ─ Siento que es lindo este lugar. ─ Dijo encogiéndose de hombros.
─ ¡Por supuesto que lo es! ─ Exclamó con una sonrisa James. ─ Siéntate querida. ─ Invitó el hombre.
Leah tomó asiento al lado de Fred, quien le sonrió y volvió su vista al frente. ─ Cuéntame, ¿A qué casa ibas? ─ Preguntó Sirius con una sonrisa.
─ Ravenclaw. ─ Contestó la chica.
─ Recuerdo cuando competimos contra Ravenclaw, James era el mejor buscador. ─ Dijo Lupin.
Las risas de las mujeres se escucharon, entraron a la habitación te dejaron el pastel cortado en la mesa. ─ Hola. ─ Una chica de pelo corto la saludó. ─ Debes ser Leah, tu abuela me contó cosas sobre tí hoy. ─ La mujer le guiño un ojo y se sentó al lado de Lupin. ─ Soy Tonks.
