¿Qué pasaría si...
La Favorita esta condenada a enamorarse del Primero, pero antes de él, siempre estará El Caído.
Es el año 2024, y el pecado bíblico se repite una vez más o ¿es el primer encuentro en el 2016 repitiéndose una y otra vez?
Todo, abs...
Warnings: Civil War Bucky; Sexo explícito, sexo oral, no uso de protección, bastante cliché. 6 mil palabras, pero no se agobien, estoy escribiendo multiversos así que los capítulos serán un poquitín largos. 1.5 mil palabras de obscenidad pura 🌚
🪐
Finales de agosto de 2016, en una tierra protegida por los vengadores y un universo en la cúspide de su expansión.
Dos años pasaron desde que el Soldado del Invierno había escapado de Estados Unidos, pero Estados Unidos no se escapaba de él. Día a día recuerdos de una vida que alguna vez fue volvían a su cabeza y ese martes por la mañana, recordando vívidamente a quienes alguna vez llamó amigos y a quién alguna vez amó como a un hermano, entró a su cafetería de siempre. Él la llamaba su cafetería de siempre y la americana justo antes que él en la fila, la llamaba la segunda mejor opción en la ciudad.
El callado y misteriosos vecino de la cuadra ya había escuchado el inglés en el país rumano, pero esta vez, con la pesadilla y recuerdo recuperado a flor de piel, le fue imposible ignorarlo, ignorarla.
Ella se volteó y le sonrió a la estatua de mármol de dos metros que se alzaba detrás de ella sin recibir alguna expresión facial de vuelta.– Estaba cerrada la otra cafetería, pero encontré una a la vuelta. Huele bien, quizás el café esta bien –era una jovencita de la mitad de su estatura, con una sonrisa de jamás haber sufrido traumas y energía brillante que casi lo dejó ciego, a pesar de vestir una gorra para apaciguar la luz a su alrededor.
Mientras la norteamericana hablaba por celular fue atendida y se quedó a un lado de la barra esperando por su capuchino doble. En silencio el rumano se quedó a su lado logrando que ella volviese a mirarlo de reojo. La joven lo encontró con la vista fija en ella, y volvió a sonreírle muy sumergida en el mejor verano de su vida como para notar que él hombre a su lado era extraño, serio y silencioso, además de vestir guantes de cuero y remera manga larga en la mañana más calurosa de lo que quedaba de agosto.
– Ya sé, ya te dije –se quejó y el asesino serial se concentró en oír la conversación de ella. Nada sucedía en su vida últimamente, llevaba dos años viviendo anónimamente en el país, sin vida social ni vida en lo absoluto. Sólo dejaba su departamento para salir al mercado cada dos semanas y ese era uno de esos días, luego del café iría directo. Seguro la recordaría por semanas, hasta volver a salir y encontrarse con alguien más que fuese interesante como ella.– Ya queda poco, Anna se a portado muy bien, hasta me dice hermana. Sí nos parecemos, el abuelo tiene razón.
Y el americano a su lado escuchó de vuelta.– Sabía que eso pasaría, no existe alma en este mundo que no adore a mi hermana. Te devuelves de inmediato, ahora.
La jovencita se rió de su madre.– Ya queda poco, estos meses pasaron volando. Ya me acostumbré a ser mayor de edad aquí –se escuchó la orden de ella.– Ya me voy, hablamos mañana. Te amo, mami –no alcanzó a escuchar la respuesta y colgó, recibiendo su café en mano. A su lado sintió al gigante de ojos azules también recibiendo su café americano y agradeciendo en inglés, porque había estado escuchando a la enana a su lado y había olvidado que llevaba dos años pretendiendo ser rumano.
–Hey... ¿De dónde eres? –ella se atrevió a hablarle, y el hombre se percató de que ella volvió a sonreírle o ¿Había dejado de sonreír en algún momento? No. Eso lo estaba irritando.
– Aquí –la joven escuchó de vuelta, y sin más, él gruñón se giró y salió de la cafetería sin mirar atrás.
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