Nombre: ____ Hanemiya.
Edad: 18.
Altura: 1,81.
Familia: Kazutora Hanemiya (hermano menor), madre y padre.
Relación: Kazutora Hanemiya – Hermandad.
Datos: Intente que esto sea lindo, ambos son hermanos y en este one shot no hay incesto.
Apretó la carta contra su pecho mientras contenía las lagrimas, llorar en una celda seria su condena, seria considerado carne de cañón y posiblemente lo tomen como sirviente.
Era horrible.
Pero era una realidad en los que muchos en su situación vivían.
Soltó un suave gruñido cuando su compañero de celda lo llamo 'maricón'.
Al instante su cuerpo soltó la reacción ya esperada por el contrario.
Ataco sin mucho problema, para, posteriormente, ser derribado por un guardia que vigilaba el pasillo.
Su cabeza choco contra los barrotes, y el ruido de su carta chocar contra el suelo fue lo ultimo que recuerda antes de ver todo negro.
Cuando recobro la conciencia estaba en la enfermería.
Su cuerpo se puso en guardia, mientras deseaba que todo sea una pesadilla.
Abrazo sus rodillas mientras se permitía soltar algunas lagrimas rebeldes.
Estaba en soledad.
A pesar de que en un pasado tuvo personas a su lado el aun se sentía en soledad.
Al parecer ese era su único destino.
No sabia cuanto tiempo había pasado dentro del reformatorio, sus memorias se confundían día a día, los recuerdos se mezclaban, y lo único que el podía hacer era intentar no perder la poca cordura con la que se movía.
Cuando salio por las rejas el guardia le deseo buena suerte acompañada de una tosca risa, como si pensara que el no podía sobrevivir en las calles.
Se sorprendió cuando unos brazos rodearon su cuerpo con fuerza.
Al instante se tenso, sus pupilas se achicaron tanto como para ser confundidas con las de un gato.
Aparto a esa persona con fuerza, tanta que la misma cayo al frio suelo.
–Ne Tora-chan, por que me empujas???.
El joven se levanto del suelo mientras miraba con cariño al adolescente, el mencionado miro con incredulidad a la persona frente a el a la vez que sus ojos brillaban en lagrimas.
–Nii-san...
Los brazos del mas joven rodearon con fuerza el cuerpo del mas alto, permitiendo ce desahogarse un poco.