Pedido por: @gkttkffk
Espero que te guste UwU.
Nombre: ____ Bowers.
Edad: 17.
Altura: 1,70.
Familia: Butch Bowers (padre) y Henry Bowers.
Tema: Normal.
Ocupación: Estudiante.
Corrí entre los arboles mientras reía un poco.
Hace un rato había salido de casa, y lo primero que me había encontrado era a mi hermano junto a sus amigos durmiendo frente a la misma.
Tuve que salir corriendo si no quería que ellos escucharan mi risa, o de seguro se molestarían e intentarían darme una paliza, de nuevo.
Pare en seco cuando divise a unos metros de mi a el club de los perdedores.
"me acerco o no???...".
Quería ser su amigo, muchas veces los había defendido de Henry y sus matones, pero luego de eso nunca mas interactuamos.
Me acerque luego de un rato, poniendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta a cuadros, fijándome antes si mi opa estaba perfectamente.
-Hola!.
Sonreí con picardia cuando todos dieron un salto del susto al escuchar mi voz.
-____, no vuelvas a hacer eso.
Bill coloco su mano en su pecho mientras intentaba volver a respirar con normalidad, los demás solo asintieron ante lo dicho, cada uno volviendo a respirar bien.
-Que haces aquí???.
-Estaba...paseando cuando los vi a ustedes parados en medio de la nada, sin hacer nada.
Todos se miraron entre si durante unos minutos, dudando si creerle al mayor de los hermanos Bowers.
-Mucho gusto en conocerte, en realidad nos has defendido y no sabes nuestros nombres...
____ interrumpió a Beverly mientras sacudía despacio su cabeza y reía con lentitud, logrando que el corazón de uno de ellos latiera con rapidez, admirando secretamente la sonrisa del rubio.
-Es broma???, mi hermano habla de ustedes casi la mayoría del tiempo, no cosas buenas pero...
-Es obvio que no va a hablar cosas buenas de nosotros si nos atormenta con su pandilla de simios.
____ mordió su mejilla interna debido a ese comentario, esta bien que su hermano era un matón, pero aun así era su hermano y lo seguía queriendo, no podía soportar escuchar esa clase de comentarios dirigidos a el.
Al final lo termino dejando pasar muy a las malas, lo aceptaron como amigo y todos juntos de dirigieron al Árcade, para jugar a algunos juegos.
Cuando entramos las risas inundaban el lugar junto con los ruidos del juego.