42| 𝐁𝐚𝐭𝐚𝐥𝐥𝐚

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La nariz arrugada de Draco demostraba lo asqueroso que se veía en pasadizo que habían construido los de la Orden para poder ingresar al castillo sin tener que arriesgar sus vidas. Tuvieron que entrar por una casa donde había un anciano igual al viejo de Dumbledore que casi provocó que se desmayara y gracias a Merlín supo que era el hermano del hombre que lo habían mandado a matar.

—Deberían hacer una limpieza en este lugar—Comentó Pansy mientras ilumina con la varita.

El rubio asintió con la cabeza, asqueado.

—Si, pero este pasadizo nos ayudará llegar a Hogwarts sin ser vistos—Se encogió de hombros Tonks.

—Y ¿sabes a dónde nos llevará?—Preguntó Draco esquivando un charco de agua no queriendo ensuciar sus zapatos.

—A la sala de menesteres—Contestó Tonks.

Tragó saliva recordando varias cosas que pasó en la sala de menesteres, en el armario con su angustia agregada para arreglar el objeto, la ayuda inesperada de Granger como también el sentimiento de amor que fue creciendo cuando fue conociendo a la Gryffindor fueron unos de los recuerdos que le llegaron a su mente y esperaba encontrarla rápido antes que el caos comience en Hogwarts.

—Igual les quiero advertir chicos de que en Hogwarts no saben que ustedes cuatro no son mortifagos, yo cuando vea a los de la Orden le avisaré de ustedes—Habló Tonks mirándolo de reojo a ellos.

Las serpientes solo hubo una pequeña sonrisa en sus rostros en respuesta de la advertencia de la bruja. Siguieron caminando en silencio en el oscuro pasadizo hasta llegar al final del camino.

—Llegamos chicos—Avisó Tonks con una actitud adrenalínica—No esperemos más tiempo.

Sin esperar Tonks abrió el cuadro sin poco de delicadeza dejando ver la sala de menesteres, una vacía sala que hay camas, sillas, banderas de las casas de Hogwarts colgadas en el techo por lo que Draco buscó su casa que Slytherin se veía poco y le entristeció la falta de apoyo de las serpientes por estar con los mortifagos.

Él con sus amigos siguieron a Tonks a la gran puerta de madera mirando cada cosa que hay en la sala se preguntaron quién habrá estado acá y porque tuvieron que acogerse en la sala de menesteres. Draco escuchó la gran bulla que se encontraba en los pasillos cuando salieron y vieron por lo lejos alumnos corriendo para diferentes lugares.

—Chicos debo irme, tengo que buscar a Remus—Dijo Tonks sacando la varita del bolsillo—Discúlpenme por dejarlos, haré lo posible para que la mayoría sepa de que ustedes no son mortifagos y que están con nosotros.

—Vete tranquila, nosotros estaremos bien aquí los cuatro juntos—Habló Pansy sonriendo.

Tonks los miro temerosa por dejarlo solos debido a que igual ellos peligran de que se vayan en contra los alumnos que se encuentran Hogwarts y más Draco que él fue que provoco de Dumbledore muriera a manos de los mortifagos así que no es muy bienvenido al castillo y el rubio entiendo la mirada de su prima.

—Tonks estate tranquila, tu debes estar con tu esposo y nosotros sabemos protegernos—Dijo él, aunque en fondo está más que nervioso—Nuestra bella tía me enseño combate—Se burló.

—Bien—Sonrió orgullosa la bruja y se tiró encima de los chicos.

Los abrazó a los cuatro a la misma vez dejando en una posición incómoda de los Slytherin, sin embargo, le respondieron el abrazo con delicadeza sintiendo el calor de cariño que se tuvieron al momento de vivir juntos. Se separaron y Tonks con Pansy tenían unas pequeñas lágrimas en los ojos.

—Estoy orgulloso de ustedes y estoy feliz de haberlos conocidos chicos—Tonks se alejó aún más de ellos—Cuídense.

Y Tonks se fue corriendo en busca de Lupin, su esposo y el padre de su único hijo.

Apoyo y Amor | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora