Apoyo y Amor | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦

26| 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐜𝐢𝐬

El frío de la noche no la detendría en entrar en ver a Draco, con un hechizo de calentamiento se puede vivir a las afueras de la enfermería escondida en un pilar del pasillo. Hermione espero de que Madame Pomfrey se fuera, eso pasó relativamente una media hora así que reviso que ya no estuviera en el pasillo y entro con cuidado a la enfermería, observando de que no haya otro estudiante acostado en el lugar.

Las camas están desocupadas tan solo una al final de la enfermería se encuentra Draco, la castaña miro por última vez la entrada de la enfermería por si venia alguien y se acercó a su novio que está durmiendo que al parecer no ha despertado desde que llego a la enfermería y observó que tiene vendas en todo el pecho y estómago, probablemente le podrán quedar cicatrices.

Hermione se sentó en la silla que está al lado de la cama de Draco, posando una mano delicadamente en la mano de él, se acomodó en la silla y espero que se despertará para hablar sobre lo sucedido.

.....

Sintió un apretón en su mano por lo que abrió los ojos bostezando dándose cuenta que se quedó dormida en la enfermería pudiendo ser peligroso que la vean aquí, con Draco. Otra vez un apretón y clavo su mirada en su mano entrelazada con la del Slytherin.

El chico se despertó quejándose tocando con su otra mano desocupada su torso, sus ojos grises se encontraron con los de Hermione. Él levemente le sonrió sin mostrar los dientes.

—¿Qué haces aquí, Granger?—Preguntó Draco soltando una queja a las vendas.

—¿Como que hago aquí? Estaba preocupada por ti—Dijo Hermione acercando más silla a la cama.

—Potter quiso acabar conmigo—Comentó serio el Slytherin—Si no habría llegado Snape, no sé qué hubiera pasado.

—Se que Harry hizo mal, es que el libro que ha estado ocupando salía la maldición que te lanzó—Se expresó la bruja sin soltar la mano del mago.

—Ya no me importa—Dijo con sequedad sin mirarla.

Ella frunció el ceño.

—¿Qué pasa?

—Te enojaras conmigo si te digo lo que pienso—Respondió él, Hermione alzo la ceja sin entender—Tengo muchas de ganas de vengarme e irme en contra de Potter, si pudiera levantarme de esta maldita cama, lo maldijo.

Era de esperarse que Draco pensará así, queriendo vengarse y más de que Harry les contó de que lo vio llorando desesperado en el baño de los prefectos, ella piensa que Draco le dolió su egocentrismo porque su enemigo de la escuela lo vio en momento difícil.

—Yo igual estoy furiosa con Harry, lo regañe hasta lo obligue en dejar ese libro—Dijo la Gryffindor recordando de que cuando vuelva deba inspeccionar de que ya no está el libro .

—Me gustaría haber visto como lo regañas—Dijo riendo por lo bajo el rubio mostrando una actitud más relajada—¿Cuánto tiempo estas aquí?

Hermione se encogió de hombros.

—Me quedé dormida, ya debe ser tarde.

—Tienes que irte, van a notar tu ausencia y podría llegar alguien—Recomendó Draco dándole cariños con el pulgar a su mano—Voy a estar bien.

—Se que vas estar bien, vendré mañana en la noche—Avisó ella mientras se levanta de la silla que le dejo un dolor de espalda.

—Esperare tu visita—Draco le guiño con coquetería—Ahora despídete de tu novio lastimado con un beso.

—Uno pequeño nomas, te puedo hacer daño—Hermione se agacho dándole un rápido beso antes de que él la agarrará de los brazos, soltando una queja el Slytherin—Ahora descansa, nos vemos.