Dardan Permeti estaba en su despacho, esta vez en su mansión en el barrio de Saint-Germain en Paris, Francia.
Él y Andreus habían volado a Francia para atender ciertos negocios.
Dardan se reuniría con el embajador de Turquía en Paris que estaba interesado en una de las Musas y Andreus iría a supervisar la entrega de la droga de Tavari.
El despacho era su habitación favorita. Estaba decorada con sofisticada madera de ébano, alfombras de estilo persa importadas de Tabriz. En las paredes se podía observar hermosas e interesantes pinturas.
Dardan tenía muchas de ellas, a lo largo de su vida habia coleccionado innumerables obras, de todos los estilos, épocas y pintadas por los artistas de mayor renombre.
Se podría decir que cuando no estaba asesinando, torturando y comercializando personas, ese era su pasatiempo favorito.
De hecho, asi habia conocido a su esposa Anae Jacquet.
Ella era una tasadora de arte. Su trabajo habia consistido en ubicar obras maravillosas y fijarles un precio.
Años atrás, cuando aún era el heredero de la familia Permeti en la mafia albanesa, Dardan habia ido a Paris por negocios, y en una exposición de arte del Louvre la encontró.
El habia quedado fascinado con ella.
Obsesionado, a decir verdad.
A pesar de los años, el aún recordaba ese día perfectamente.
El cabello rubio platino de Anae estaba arreglado en un moño alto elegante. Llevaba un abrigo de cuero azul acero, funcionando recordaba el, como un vestido. Además, acompañaba su conjunto con medias de encaje negras y elegantes tacones.
Él se acercó mencionando algo de la pintura en la exhibición y ella le habia dado una respuesta inteligente y justo asi, empezó todo.
Un año después se casaron.
Dardan habia creído que la amaba y que ella lo amaba a él. Un par de años más tarde, se habia follado a su propio padre, alegando que lo habia hecho por el abandono y el dolor que el habia causado. Además de la culpa que habia albergado en ella por la muerte de su más cercano amigo.
Dardan lo habia torturado y asesinado por celos. Lo cual fue irónico considerando que cuando ella lo engaño verdaderamente, él se enteró muy tarde.
Habría hecho cualquier cosa por Anae. El habría conquistado al mundo para ponerlo a sus pies. Como agradecimiento, la zorra lo habia traicionado.
Al menos, asi lo consideraba él.
Luego, Dardan le enseño a su Rose Blanche el error que habia cometido.
A pesar del tiempo y lo vacía y negra que estaba su alma, todavía habia un ligero dolor por su engaño. Como esas heridas que no sanan de forma correcta, y te siguen generando un molesto e impertinente dolor.
En ese momento, Andreus entró al despacho sacándolo de sus pensamientos.
Dardan levantó su mirada y observó a su tercero al mando.
Andreus iba vestido con un blue jean, un suéter vinotinto y tenis blancos, además llevaba uno de esos ridículos lentes de sol que estaba de modas en los jóvenes. Su cabello rubio perfectamente peinado.
Dardan volteo sus ojos exasperado, viéndolo asi vestido pensarías que es un modelo de esas ridículas revistas de moda, y no uno de sus más crueles y eficientes soldados.
- Ya era hora que aparecieras maldito incompetente. – Dijo Dardan con la voz que hacía que todos en la habitación se cagaran en sus pantalones.
Andreus que estaba sonriendo, lo miro cauteloso.
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Poder Perdido [TERMINADA ]
RomanceEl Precio de la Sangre: Libro 2 *La imagen de la portada no nos pertenece* +18 Sinopsis Fabiano Tavari siempre había tenido todo lo que quería. Siempre había tenido dinero, poder y un gusto por la matanza. Para Fabiano, el sexo se trataba de libert...